Esta carta que reseñamos es nuestra respuesta a solamente una parte de una más extensa discussión e crítica que recibimos de la Liga Obrera Internacionalista (LOI) de la Argentina. Desafortunadamente no tenemos los recursos para proveer la totalidad del documento del LOI en nuestro portal cibernético en el presente. Escogimos presentar esta sección primero debido al extenso mal uso de la táctica del boicot electoral por la izquierda en la Argentina en la presente coyuntura. Esperamos estimular mas intercambios sobre este tema tan vital y las aportaciones de nuestros lectores. Notese que la carta de la LOI a la Liga por el Partido Revolucionario (LRP-EEUU) fue publicada en su totalidad en el periodico de la LOI, Democracia Obrera. Los lectores que deseen seguir ambos lados del debate son alentados a comunicarse con democraciaobrera@hotmail.com para recibir sus materiales.
Original in English


Carta a la Liga Obrera Internacionalista sobre la táctica del boicot electoral y la clase trabajadora en la Argentina

Apreciados camaradas del LOI;

Le rogamos nos excusen por la tardanza de nuestra respuesta a su carta polémica. Nos encontrábamos muy atareados con nuestra propia convención y luego seguidamente iniciamos un torrente de actividad en la lucha de los obreros transportistas de la ciudad de Nueva York, donde el camarada Eric ha desplegado una excelente labor dirigiendo la oposición a la burocracia sindical. Todavía estamos envueltos en el calor de esa lucha. Espero que hayan podido seguir nuestros artículos en nuestro portal cibernético. Claro esta también hemos estado muy activos dentro de las luchas contra la guerra y a favor de los palestinos aquí en el corazón del imperialismo norteamericano.

... Había deseado escribirle mis pensamientos ya hace algún tiempo. Todos acá ciertamente respetamos el hecho de que Uds. están envueltos en luchas en la Argentina que someten a sus fuerzas a tremendas demandas e presiones. Debido a esto no subestimamos sus esfuerzos por promover la discusión internacional. Pues ahora, por lo menos podemos comenzar nuestra respuesta aquí, a tocar algunos puntos de contención que se relacionan a la Argentina de hoy día.

Nótese que esta carta se basa en el material impreso de su grupo que he podido estudiar -- que data hasta comienzos de noviembre del 2002. Todavía no hemos podido estudiar sus escritos mas recientes aunque ya los hemos recibido. De igual manera, sépase que algunas de nuestras polémicas contra la LOI son puntos que pensamos se podrían lanzar también contra el PTS y otros grupos de igual manera. Nuestros puntos de vista aparecerán de diferentes formas en nuestros artículos públicos en el futuro.

La Argentina: una prueba revolucionaria concreta

Para comenzar, consideramos que posiciones tomadas en esta lucha vital son una verdadera prueba para los revolucionarios por basarse sobre una lucha concreta. Muchos centristas pueden asumir altisonantes posiciones abstractas, pero ceder ante las presiones de las luchas reales. En el presente consideramos a la Liga Obrera Internacionalista, la tendencia mas a la izquierda que conocemos en la Argentina. Han sido los únicos que han proclamado la necesidad de la autodefensa armada de la clase obrera. Han adelantado un buen entendimiento del mal uso en la izquierda de la consigna de la asamblea constituyente, desenmascarándola como una inevitable capitulación al radicalismo burgués e pequeño-burgués, dado el contexto de la Argentina. También pienso que una polémica escrita contra el PTS relacionada al programa de transición y la necesidad de la expropiación de ramas enteras de la industria e no talleres individuales era muy necesaria.

Comparado con otros grupos, el LOI parecen más ardientes en su oposición a las líneas políticas e acciones prácticas de varios grupos reformistas e centristas. En vez de solo vitorear al movimiento, su grupo regularmente le advierte a las bases e matriculas del movimiento contra las traiciones venideras de sus malos lideratos, incluyendo a radicales burgueses, socialdemócratas e autoproclamados “trotskistas”. A la misma vez, todavía emiten llamamientos no-sectarios a favor de bloques de acción prácticos con otros grupos de izquierda. Emiten volantes populares que a menudo incluyen argumentos anti-capitalistas explícitos, y muy refrescantemente, a menudo terminan con la necesidad de una revolución socialista.

Sin embargo, a pesar de estos atributos, una mirada substantiva a la política de la LOI nos ha convencido de la similitud al PTS y a otros grupos centristas tiene mas peso que sus diferencias con el estamento centrista trotskista en estos momentos. Esto se basa en nuestra valoración lograda principalmente luego de leer una gran cantidad de sus documentos durante el pasado año; y basado en la oportunidad que tuvo uno de nuestros camaradas de reunirse en persona con Uds. (Denuevo agradecemos sus atenciones y disponibilidad a la discusión.)

Como ya hemos señalado, por el lado positivo, Uds. retan a otros grupos de izquierda a la acción. Nuestro problema consiste en que Uds. han convertido en un principio el no realizar trabajo político en los sindicatos; rehúsan retar a los dirigentes sindicales a iniciar acciones de masas unitarias de la clase trabajadora. El LOI entiende que dirigentes izquierdistas dentro del existente movimiento pueden ser retados tanto para la acción unida y criticados políticamente como “traidores” -- pero la LOI no utiliza este mismo método leninista en los sindicatos con el propósito de socavarle el poder a la burocracia. De igual manera, igual al PTS y otros, el LOI presenta la consigna “Que se vayan todos”, sin presenter una alternativa política que las masas puedan tomar en serio. (Como muchos otros, la alternativa de la LOI parece ser el vago llamado populista a favor “del movimiento de masas” -- es decir a favor del “pueblo” -- para reemplazar a los políticos.)

Creemos que el estamento centrista, conscientemente o no, apoya al populismo con esta consigna. El populismo puede tomar muchas formas. En la Argentina y en otros lugares lo que predomina en la escena política radical es la noción popular que “en los políticos no se puede confiar”, “son todos corruptos” y otras cosas obviamente basadas en el odio a los políticos -- pueden ser el comienzo para desarrollar un entendimiento de clases, pero solamente si los políticos burgueses son abiertamente contrarrestados por un partido proletario revolucionario. Ningún grupo de izquierda mayoritario de Argentina ha rechazado la consigna del movimiento con una propia, sin embargo, cada grupo le añade una pequeña variación a otras consignas que refleje su posición sobre como “sacarlos a todos”. A los políticos, la izquierda contrapone de una forma u otra al movimiento de masas, simplemente “nosotros” contra “ellos”.

¡No! Debemos decirle a las masas que nuestro problema no son los políticos y los partidos políticos en abstracto sino los políticos capitalistas y todos sus partidos políticos. ¿Porque no han considerado la consigna “¡Abajo con todos los políticos capitalistas!”? Esta acción demostraría un nivel más alto de conciencia que la consigna que lanza al momento el movimiento. Sin embargo, el deber de los marxistas es de contraponer las ideas de clase contra clase y de revolución vs. reforma, esto no es llevado acabo concientemente. En la practica, la izquierda dice, “Las masas no tienen que entender que ellas odian a esta gente [a los políticos] debido a que están llevando acabo el programa capitalista; es suficiente que nosotros lo entendamos y que vitoreemos a las masas”.

¿Pero, de hecho, que significaría si la LOI e otros en el movimiento levantaran la consigna “¡Abajo con los políticos capitalistas!”? Para nosotros eso, por lo menos, significaría un intento de crear conciencia de clase, en vez, de cantar junto al resto del coro. Pero entonces le preguntaríamos inmediatamente: ¿Cuál es la alternativa? ¡Debido a que si no tienen una alternativa -- ninguna alternativa para el poder estatal, entonces su llamado, no importa cuan ardiente, es aun hueco e inservible como agitación! Si no existe aun una alternativa de la clase trabajadora, hacer un llamado con la intención de deshacerse de todos los políticos ahora, solamente preparara el camino para el retorno o la nueva aparición de un político burgués “heroico” o un general militar. Las masas necesitan dirección -- no solamente los trabajadores sino hasta la clase media pisoteada. La sociedad necesita dirección, ninguna sociedad moderna puede funcionar sin una dirección centralizada. Si la dirección proletaria revolucionaria no se construye, la clase capitalista no puede continuar eternamente con una dirección dividida e odiada. Esta encontrara una solución bonapartista, “un hombre sobre un corcel blanco”, que reclame que representa la voluntad popular contra los podridos políticos y imponga su mano de hierro en apoyo al dominio capitalista. Es necesario prevenir que esta tendencia se consolide, sobretodo mediante un trabajo dirigido a ganar a la vanguardia obrera a la conciencia de clase y al partido revolucionario; enseñarle a la vanguardia obrera ganar a las masas a esta solución proletaria.

Mientras que Perón ascendió al poder con el propósito de construir una economía industrial en la Argentina, en el ambiente imperialista de hoy día, el próximo “hombre populista en el poder” será ciertamente mas peligroso ya que no habrán migajas materiales para lanzarle a las masas como paliativos. Antes de hablar razonablemente de “sacarlos a todos” debemos tener por lo menos una alternativa obrera. Un “nosotros” políticamente indefinido -- “el movimiento” -- “las masas” -- no es capaz por si solo de tomar el poder estatal y llevar acabo una solución definitiva a la crisis. Durante un alzamiento, se pueden formar instituciones alternas, de poder dual dentro de las cuales diferentes soluciones y programas, luchan por su dirección. Pero solamente partidos políticos centralizados de la clase trabajadora son capaces de proponer programas definidos hacia la acción que pueden ser apoyados e llevados acabo o rechazados e removidos por el movimiento de masas y sus instituciones duales. El partido definido puede ser responsabilizado por las masas. El “nosotros” al poder es una invitación a un Bonaparte a tomar el poder, un dirigente benévolo que reclame la representación de las masas pero que no definirá que es lo que hará. Los trabajadores de vanguardia más conscientes eberán organizar un partido comunista de vanguardia basándose en un programa y plan de acción abiertamente revolucionario y dirigir a la clase obrera a la toma del poder estatal.

Sospechamos que van a coincidir con muchas de nuestras posiciones acerca de la necesidad del partido revolucionario de la clase trabajadora como la alternativa a todos los políticos burgueses. Pero aparentemente Uds. no lo han visto como tan critico o como un tema fundamental para constantemente empujar y obligar dentro de las luchas de este ultimo año en las cuales han intervenido. Nosotros si lo vemos así.

Diferencias sobre la estrategia y la clase trabajadora

Es nuestra opinión que Uds. desafortunadamente han seguido el coche seudo-radical al adoptar la táctica del boicot electoral. Pensamos que su aceptación entusiasta de esta táctica en las corrientes circunstancias argentinas es consistente con el rechazo general de la necesidad de dirigirse a las masas de trabajadores. En cuanto a las elecciones, Uds. niegan la necesidad de dirigirse a los trabajadores que van a votar por Saá -- en los sindicatos peronistas o cualquier otro lugar. Enfatizamos nuestra posición que Uds. no tienen una estrategia de dirigirse primero a la fuerza de trabajo industrial desempleada, con el propósito de retornar a nuestro punto de vista sobre la táctica electoral.

Para ilustrar lo que consideramos su negación a aceptar la centralidad de la clase trabajadora y su sector industrial: las siguientes fueron sus consignas centrales en oposición a la marcha del 30 de agosto en Buenos Aires auspiciada por una ristra de personalidades seudo-radicales (el candidato presidencial Elisa Carrió, el diputado exmorenista Luis Zamora y el cabecilla de la CTA De Gennaro.) [Re-traducción de inglés a español]:

¡Que se vayan todos! ¡Que no quedan ni un solo! ¡La única manera de imponer esto es a través de un Congreso Nacional de los Trabajadores, el movimiento piquetero, las asambleas populares y los ahorristas clase-media expropiados por los bancos! ¡El boicot activo de la trampa electoral del régimen y del gobierno asesino! ¡Una huelga general con cortes de ruta, tomas de fabrica, comités de autodefensa para imponer un nuevo diciembre 20 y una salida de la crisis por parte de los trabajadores y el pueblo!

Entendemos que estas citas son representativas del impulso de las intervenciones de la LOI durante el último año. Particularmente desde que las tempranas elecciones fueron anunciadas, sus consignas son políticamente muy similares a las del PTS. Como el PTS, Uds. hacen un llamado a favor de “un gran congreso de trabajadores y del pueblo donde los trabajadores y organizaciones de luchadores ... tales como todas las facciones del movimiento piquetero, las asambleas populares, los comités de las fábricas ocupadas, los sindicatos libres del control de la burocracia -- enviaran sus delegados...”

Camaradas, Uds. han argüido que la LRP desestima la influencia que tiene la izquierda, directa o indirectamente, sobre la clase trabajadora de Argentina. Creo que nuestro camarada Eric nos informó que Uds. argüían que la izquierda influenciaba sobre 50% de la clase trabajadora de la Argentina de hoy día. Sin embargo, si la izquierda verdaderamente tuviese una influencia decisiva de tal magnitud, hubiese logrado más de lo que ha logrado hasta el momento. Por otro lado, si fuésemos a aceptar sus exagerados cálculos, por un momento, existe una influencia aun más decisiva que la influencia numérica de la izquierda sobre los trabajadores en general. Esa cuestión consiste en: ¿sobre que sectores mantiene la izquierda su influencia y es esto suficiente para que la lucha avance hacia delante y para la misma revolución que es nuestra meta?

(Dejo a un lado todas las cuestiones de la política e desunidad y juegos sectarios e oportunistas de la misma izquierda que también afectan este argumento.)

Bien, Uds. dicen que este congreso que proponen donde están invitados solamente un reducido numero de sindicatos que son independientes, que “¡inmediatamente despertaran el entusiasmo de miles de trabajadores empleados ... cientos de fábricas y establecimientos enviarán sus delegados al gran congreso de trabajadores y del pueblo!”.

Camaradas: Uds. han rechazado abiertamente la centralidad del proletariado industrial que nosotros hemos defendido. De paso han tratado de techarnos con una posición de “sindicalismo angosto.” (Realmente la noción que nuestro programa para la revolución en la Argentina que Uds. han visto enteramente se desvía hacia cualquier forma de sindicalismo no es comprobable. En nuestro trabajo en los EE.UU. siempre se nos denigra por nuestra insistencia de intervenir en los sindicatos abiertamente como revolucionarios siempre que se pueda. Por esta razón no podemos tomar esto muy en serio.)

Pero consideren lo siguiente: Uds. escribieron que están de acuerdo que la clase trabajadora industrial sindicalizada debe incluirse en la lucha. Sin embargo, la idea del congreso que adelantan sigue su método general de evitar cualquier confrontación política con los burócratas peronistas. Reclaman que de alguna manera la agitación a favor de la idea de este congreso consiste en un recurso efectivo para alejar a las bases de los sindicatos de la influencia de la burocracia ... y sin llevar acabo una huelga general -- sin hacer llamados a los dirigentes sindicales corrientes. Esto no es únicamente falso. En la Argentina de hoy día es pura fantasía. Después de todo, la LOI comenzó a hacer este llamado a favor del congreso para lanzar la huelga general durante el mismo alzamiento. No ofrecen una explicación del porque podrá ser exitoso ahora, cuando el llamado no tuvo un impacto en aquel entonces. No creemos que los trabajadores empleados envíen espontáneamente delegados a un congreso convocado por la izquierda, circunvalando a sus propios dirigentes sindicales, en la corriente escena política.

Camaradas: está la cuestión de ganar a miles de trabajadores empleados a la perspectiva de la lucha de clases mediante la acción de masas. Pensamos que solamente la acción de masas como la huelga general es capaz de aumentar su confianza y conocimiento sobre su propia fuerza -- que es tan necesario. Pero su propaganda no está ni diseñada para educar a la vanguardia -- está debería ser la prioridad principal. No les dan a los trabajadores de avanzada ninguna manera para mostrarle a sus compañeros trabajadores como avanzar dentro de sus mismos sindicatos y fabricas.

Y aun si Uds. creen que la corriente vanguardia reside fuera de estos sindicatos y que esto es suficiente -- que es básicamente lo que Uds. han argüido -- entonces Uds. todavía tienen que educar a la vanguardia de los piqueteros y la existente vanguardia, como Uds. lo definen dentro de la clase trabajadora, sobre las lecciones mas importantes del movimiento marxista y como trabajar correctamente con las masas. Existe un importante sector con ilusiones en De Gennaro. Inspirado por Lula de Brasil, este tratara de aumentar esas ilusiones aun más.

La negación de la realidad y la huelga transportista del 13 de diciembre

Creemos absolutamente que la LOI atrae gente que está subjetivamente dedicada a la revolución proletaria. Pero desde nuestro punto de vista existe una brecha entre este deseo de dedicarse a la revolución y una practica que evita bregar con el centro de fuerza de la clase trabajadora real. Para tender un puente sobre esta brecha, la LOI re-escribe las circunstancias reales que confrontan los marxistas en la Argentina de hoy día. Pensamos que están maleducando a elementos de mente revolucionaria dentro de los piqueteros y a otros más. La LOI insiste en que la Argentina ha estado en una situación revolucionaria continua desde Diciembre pasado [2001]. Tal sobrestimación crasa de la realidad sirve para negar u opacar la significativa división en creencias y conducta que existe entre la clase trabajadora sindicalizada, por un lado, y los piqueteros y otros trabajadores, por el otro lado. (La LOI también falló, como el resto de la izquierda, en delinear cual es la relación de fuerzas entre la clase trabajadora y la clase media en el presente, y como esa alianza realmente necesita forjarse para poder lograr la revolución proletaria. Esto no es una cuestión insignificante sino materia para una carta diferente.)

El abismo dentro de la clase trabajadora, producto de la misma ausencia de una autentica dirección proletaria revolucionaria, ha sido el factor decisivo en contener la furiosa lucha de masas. Pero la LOI “resuelve” el problema al negarlo. A estos propósitos ofrece su propia “interpretación” de la reciente historia. Aquí esta lo que Uds. escribieron:

El 13 de diciembre último, los trabajadores encabezaban un masivo paro general político contra el gobierno de De la Rúa–Cavallo. Pero a diferencia de los siete paros generales anteriores que la dirigencia sindical se vio obligada a llamar, éste no actuó descomprimiendo la situación.... Desde el 13 de diciembre, los trabajadores empezaron a pasar, esta vez de forma generalizada, por sobre los diques de contención del régimen y de la burocracia sindical. Finalmente, el 19 y el 20, la burocracia sindical de la CGT, oficial y disidente, fue rebasada por una acción que lucharon por evitar a toda costa y hasta último momento de la mano de la Iglesia y la patronal en la reunión de Caritas. (Democracia Obrera, 9 de enero 2002)

¡Esto es asombroso! Es exactamente lo contrario a lo que realmente sucedió. Si, es cierto que el 13 de diciembre, que junto a la poderosa huelga transportista, las masas -- incluidas los desamparados, la clase media, y otros estamentos -- fueron todos movilizados y se lanzaron en protesta activa contra el régimen. Pero los trabajadores huelguistas mismos no se sobrepasaron decisivamente a sus dirigentes sindicales. De hecho obedecieron los llamados de los burócratas a retornar al trabajo al final de la huelga de solo un día. Al hacer eso repitieron lo que habían hecho consistentemente en pasado reciente. Es decir, habían sido leales a los llamados de sus dirigentes hacia la acción huelgaria y al cese de tal acción siempre. Es debido a esta situación que el 19 y 20 de diciembre, el grueso del proletariado industrial se encontraba trabajando -- debido a que los podridos dirigentes de las tres centrales sindicales boicotearon a las grandes confrontaciones que se llevaron acabo. De hecho esta situación significó que los sectores de masas que si se lanzaron a la lucha estaban mucho mas limitados en lo que podían lograr. La LOI quería un congreso nacional para lanzar una huelga general el 20 de diciembre del 2001. Uds. advirtieron que el derrocamiento De la Rúa solamente podría significar la continuación del régimen con otra persona -- si esto no ocurría. De hecho, tal acción de masas de la clase trabajadora unificada como la huelga general era absolutamente necesaria. De esto estaban en lo correcto Uds.

Sin embargo, los grandes batallones de la clase trabajadora no respondieron a las exhortaciones de la izquierda ese día (y desde ese entonces). El proletariado industrial organizado no tomó parte en el levantamiento. Penosamente, esto es un hecho. La continuación del régimen De la Rúa mediante el régimen de Duhalde que lo siguió era exactamente contra que la LOI agitaba el 20 de diciembre. Pero de hecho era inevitable dado el balance de fuerzas existente. Un levantamiento, de hecho, ocurrió. Sin embargo, las fuerzas proletarias movilizadas que eran capaces de derrocar al capitalismo e instalar a cualquier régimen de la clase trabajadora en ese momento, no estuvieron activamente en la escena confrontando a la burguesia. Debido a esta situación fue y todavía es una situación pre-revolucionaria y no revolucionaria. La LOI denomina esta disputa sobre términos “secundaria”. Para nosotros, constituye una muy importante evidencia de un problema que pensamos corre mas profundamente.

Por ahora citaremos del Boletín de Informaciones Obreras Internacionales, agosto 2002 para ilustrar nuestro punto. En esta sección Uds. defienden la noción del congreso en una polémica contra la LRP:

¡El congreso fortalecería grandemente a los trabajadores industriales que han sido contenidos por la burocracia sindical, y impulsaría su lucha para sacarlos grandemente! Sería, para ellos, la vía más corta y económica incluyendo la que obligaría a la burocracia sindical a hacer un llamado a la huelga general, encarando de otra manera la perspectiva de perder el control total del movimiento de masas. Por ejemplo, Uds. adelantan que los trabajadores de servicio como los transportistas tienen una importancia crítica e estratégica. Estamos de acuerdo, pero, ¿cómo pueden estos trabajadores entrar en una huelga, como pueden paralizar el transporte? Camaradas, demandarle hoy día a la burocracia sindical, en este caso, a Moyano que controla a sindicatos transportistas a convocar una huelga general y paralizar el transporte, como Uds. pretenden, será la forma mas segura para que el transporte no sea paralizado. Por el contrario, la vía mas corta para paralizar el transporte sería, en primer lugar, que los desempleados corten todas las rutas, accesos y rutas ferroviarias del país. ¡En un día, y sin Moyano, un congreso nacional de trabajadores e masas populares votaría a favor de esta acción y lo organizaría, y garantizaría piquetes en todas las rutas y carreteras del país, y aseguramos que ni un solo auto, camión o tren se moverá!

Aun de manera superficial, esta respuesta de la LOI no tuvo mucho sentido. Francamente, el razonamiento cuidadoso que fue aparente en su polémica sobre la asamblea constituyente contra el PO, y dentro del PTS acerca del uso del Programa de Transición que mencione al principio de esta carta, no se evidencio aquí. La LOI, como el resto, conocen exactamente el inmenso poder que desplegó la huelga transportista del 13 de diciembre; lo que logro y como fortaleció a todo el movimiento de masas.

Uds. saben que esa huelga fue iniciada por los burócratas sindicales como Moyano. Los piqueteros desempleados han bloqueado heroicamente las carreteras a través de los aóos pero no son capaces de controlar la totalidad del sistema de transporte de la manera que los trabajadores transportistas pueden y lo han hecho.

Uds. nos dicen que una huelga dirigida por Moyano sería “la manera más segura que el transporte no se paralice.” Pero entonces dicen que el congreso es la manera fuerte de presionar a Moyano a convocar la huelga. Dicho sea de paso, en el mismo documento Uds. ya argüían contra nuestra idea de que cualquier huelga iniciada por Moyano se convertiría automáticamente en un desastre. (De hecho, esa no es su opinión sobre la huelga del 13 de diciembre, ¡una convocatoria que Moyano inicio bajo presión! No fue un desastre, fue una experiencia que los trabajadores necesitaban atravesar. Pero para sobrepasar las limitaciones impuestas por Moyano, era necesario un proceso de intervención del partido proletario de vanguardia.)

En otro lugar, Uds. mantienen que es una mala idea la acción huelgaria transportista debido a que los trabajadores necesitan transportación durante una huelga activa. (Como si los trabajadores durante una huelga general prolongada no fuesen capaces de controlar que corre y lo que no corre y como -- el verdadero propósito de una huelga general indefinida es establecer tal poder dual.) En resumen Uds. levantan tantos puntos contradictorios que a veces parece que argumentan contra Uds. mismos.

Pero lo que nos pareció mas aterrorizante e preocupante sobre los argumentos del LOI fue la noción de que la meta de los comunistas debería ser encontrar la vía mas corta para paralizar el transporte. Nadie que lea nuestros artículos de la LRP sobre el proletariado industrial y los prospectos para la Argentina podrá alcanzar tales conclusiones sobre nuestras metas. ¡Después de todo, la vía mas rápida para paralizar el transporte podría ser las acciones de las guerrillas o lanza bombas suicidas dirigidos por la clase media! Claro está tanto los desempleados de la clase trabajadora como las fuerzas de clase no-proletarias podrían llevar acabo esta acción si la velocidad fuese nuestra meta primordial. Existen muchas formas de obstaculizar las carreteras o paralizar el transporte. Nuestra meta de la revolución proletaria condiciona fuertemente nuestros métodos en la lucha.

Es que nos dicen que no les importa en nada en que forma se obstaculizan las carreteras. ¿Es obstaculizar el transporte por si solo la meta? Esto es miopía y falla en dar sobre la marca sobre que deberían ser las metas revolucionarias principales. Para nosotros es necesario utilizar la huelga general para desarrollar la unidad, capacidad e conciencia de la clase trabajadora, mientras que su método logra lo opuesto. Su método no dice nada acerca del avance de la conciencia de clases, el desarrollo de la capacidad de la clase trabajadora para lograr sus tareas revolucionarias e la administración de la sociedad futura. Pensar que Uds. puedan mantenerse fuera del reto a los trabajadores transportistas e industriales y simplemente los substituyan con los piqueteros es algo alarmante para nosotros.

La clase trabajadora es impulsada hacia la lucha de clases por su propia experiencia de explotación. En el lugar de producción, la mayoría de la clase trabajadora es organizada por el capitalismo mismo a trabajar colectivamente al echar a caminar diferentes partes de la economía. Este factor material critico es la base sobre la cual se desarrolla una conciencia de clases básica y la base material existe para el desarrollo de una conciencia aun mas avanzada, lo que yo denomino la conciencia de vanguardia o conciencia de clases comunista. Y solamente cuando un estamento significativo de la clase trabajadora haya alcanzado la conciencia de clases avanzada -- el punto de vista marxista -- podrá lograrse la perspectiva revolucionaria comunista. Como dijera Marx, solamente mediante la lucha y la adquisición de conciencia logrará la clase trabajadora, la sepulturera del sistema, prepararse así misma para asumir el poder.

Este entendimiento no excluye de ninguna manera a los trabajadores desempleados de ser parte de la vanguardia. Ya han demostrado que son parte integral de la creciente lucha. La revolución argentina no será una copia exacta de la revolución rusa o los levantamientos franceses de los 1930. Pero sin embargo, fue la revolución rusa la que mostró que era importante para que la revolución tuviese un carácter obligatoriamente proletario e triunfase -- a saber, la posición de los proletarios en la sociedad y su desarrollo de conciencia, y no el número cuantitativo de proletarios relativo a otros estamentos. (Trotski nunca cambio de parecer acerca de este asunto, y, ciertamente, no en Francia donde se lanzó la táctica de los comités de acción durante un tiempo. Uds. tratan de argumentar en otro lugar que la política de Trotski en Francia durante ese tiempo es igual a la política de Uds. hoy día. Espero responder a esto en otro documento.) De igual manera, estamentos que son vanguardia al comienzo de la lucha no son necesariamente los estamentos más decisivos de la vanguardia mas tarde.

Los desempleados no pueden sustituir la clase trabajadora industrial empleada, debido a que el rol principal del proletariado industrial en la acción y desarrollo del programa partidario, es todavía vital.

La clase trabajadora industrial y la huelga general

Trotski asumió que los auténticos marxistas entendían la importancia del proletariado en el lugar de producción y que la huelga general tenía una importancia mucho más allá de la acción misma. Se expreso alguna vez de esta manera sobre la huelga general:

La importancia fundamental de la huelga general, independientemente de los éxitos parciales que puede lograr (pero que también puede no lograr), radica en el hecho de que plantea la cuestión del poder de un modo revolucionario. Paralizando las fábricas, los transportes, todos los medios de comunicación en general, las centrales eléctricas, etc., el proletariado paraliza así no solo la producción sino también al gobierno.... Los jefes del proletariado deben comprender esta lógica interna de la huelga general; de lo contrario, no son jefes sino diletantes y aventureros. Políticamente, esto significa: los jefes están obligados a plantear al proletariado el problema de la conquista revolucionaria del poder. (Una vez mas, ¿adónde va la Francia?)

En otras palabras, los verdaderos dirigentes del proletariado intervienen dentro de la huelga general para aumentar la conciencia del proletariado sobre las tareas revolucionarias que están por delante. La LRP argumenta que solamente un partido de vanguardia que se base en los trabajadores marxistas mas políticamente avanzados será capaz de dirigir a la clase trabajadora y a la humanidad a su liberación.

Los piqueteros no podrán sustituir a los trabajadores industriales en las luchas revolucionarias

Contrario a lo que piensan los moralistas clase media, el mundo no es un lugar justo. Las gentes mas viciosamente oprimidas del planeta no están necesariamente preparadas para dirigir la revolución, a pesar de que sus luchas pueden ser poderosos activos para los comunistas. Los sectores desempleados de la clase trabajadora argentina han luchado con gran coraje y han herido profundamente a la burguesia y a los imperialistas. Ellos son y serán parte de la vanguardia. No existe una ley de hierro que dicte en todas las naciones que porciento de los miembros del partido de la vanguardia sean trabajadores desempleados o empleados u cuales industrias serán claves. Esta es una cuestión de conciencia e lucha como los es también de los factores materiales objetivos. Sin embargo, a la misma vez, el aplastamiento del presente poder estatal y la instalación del poder proletario es una tarea que la historia ha demostrado que solamente puede ser dirigida por la clase trabajadora industrial.

Las luchas pasadas han mostrado que cuando los intelectuales seudo-comunistas de América Latina utilizan a guerrillas campesinas como sus puntas de lanza para alcanzar el poder, fracasan rotundamente. La historia del seudo-trotskismo clase media de Europa ha demostrado que la estrategia de Ernest Mandel de utilizar la “periferia” de la clase trabajadora para algún día llegar hasta el “centro” industrial de la clase trabajadora ha sido igualmente una estrategia en bancarrota. La insistencia del LOI en sustituir a los piqueteros por los trabajadores industriales -- en vez, de decirle a los piqueteros que adopten una estrategia que una sus luchas con la lucha del proletariado industrial con el propósito de alcanzar la victoria -- es aquí donde precisamente radican nuestras diferencias.

Nuestro programa, como repitiese a menudo Trotski, se puede resumir con dos palabras: la “revolución socialista”. Nuestra meta es encontrar, por supuesto, la ruta mas corta hasta alcanzarla. Pero lo que no se puede sobrepasar es el desarrollo de la conciencia de clases que es la única manera de construir el partido de vanguardia proletaria que llevará acabo la revolución. Esto no lo ve la LOI. Debido a que para alcanzar esta meta revolucionaria, no es suficiente apoyar solamente acciones, utilizando a los desempleados o cualquier otro sector de las masas, con el propósito de dañar la extracción de ganancias o detener el movimiento de mercancías del sistema. Nuestro apoyo a la huelga general hace hincapié en su valor político -- esta aumenta la conciencia de la clase trabajadora sobre su poder y habilidad para derrocar al estado capitalista. Si la huelga general trae al frente la cuestión del poder estatal, solamente el proletariado consciente e organizado es capaz de darle respuesta a esa cuestión.

Adelantar la conciencia de clases mediante la lucha es el factor mas critico para el desarrollo del partido debido a que el partido mismo si es de vanguardia deberá representar la conciencia avanzada de la clase trabajadora.

La espontaneidad no es suficiente: la cuestión del partido deberá ser considerada sobre todo

Este punto de vista no lo comparte la LOI (y mucho menos, el PTS). De hecho, el LOI solamente hace hincapié sobre el derecho de las matriculas / bases en general y menosprecia la cuestión del partido y la dirección. Para nosotros la diferencia más profunda que tenemos es sobre el trotskismo que Uds. piensan que defienden -- la cuestión del partido. En una multitud de de volantes, artículos extensos e documentos han argumentado ardientemente a favor de la democracia de las bases / matriculas y por los derechos de la clase trabajadora e oprimidos. Se han opuesto a todas las direcciones actuales. Pero no han propuesto construir fundamentalmente la nueva dirección, la dirección del partido revolucionario. Por ejemplo, si Uds. piensan que Moyano y el resto están completamente desenmascarados ante los trabajadores, si sienten que no se puede presionar para comenzar una acción huelgaria que se pueda convertir en trampolín hacia la lucha de las masas y demás, entonces están obligados a desarrollar una campaña a favor de una nueva dirección en los sindicatos. Nosotros somos muy claros y abiertos sobre el hecho de que pensamos que es necesaria una nueva dirección (de partido revolucionario) en los sindicatos y para la totalidad de la clase trabajadora. Pero Uds. evitan totalmente la cuestión de la dirección de los sindicatos, al hablar solamente sobre como las matriculas / bases de los sindicatos llegaran hasta el congreso. ¿Qué pasó con la lección de Trotski sobre la cual la crisis principal de la humanidad radica en la crisis de la dirección revolucionaria? (De igual manera, si Uds. verdaderamente creen que los sindicatos en Argentina están ahora tan completamente estatizados que no son capaces de servir como órganos defensivos de la clase trabajadora; entonces ¿porque no hacen campaña active contra ellos? En eso consiste la lógica de su posición en la mejor manera que nosotros podamos entenderla. Se hecho, no pensamos que están tan comprometidos con esta opinión, debido a que significaría ceder completamente algo que todavía permanece como un logro parcial de la clase trabajadora.)

Queremos decir mas sobre lo que vemos como un fracaso en no centralizar su propaganda sobre la cuestión de la dirección y el partido. No es un mero accidente que han intervenido en la Argentina como Democracia Obrera, el nombre de su periodico. Uds. frecuentemente celebran la “espontaneidad” de las masas y finalizan sus documentos con llamados a favor de "una insurrección triunfante que imponga un gobierno obrero y popular basado en los organismos de autodeterminación de los trabajadores y el pueblo” (Democracia Obrera, 9 de enero 2002). Esta celebración de la espontaneidad domina a tal grado que no han hecho claro que el poder obrero no es capaz de lograrse sino es mediante el desarrollo del partido revolucionario. Lo que Trotski luchó a favor una y otra vez mas fue a favor de la idea que el proletariado debía tener su propio partido de avanzada. Para que esto se desarrollase, la espontaneidad se debería transformar en conciencia y esto solo se puede dar mediante la intervención de las existentes fuerzas del partido revolucionario en cada etapa de la lucha.

En la revolución venidera, los órganos de democracia obrera -- llamasen soviets, juntas u asambleas -- serán vitales. Sin embargo, como demostrasen los Bolcheviques, por si solos no lograran la revolución. Es solamente cuando son dirigidos por un partido proletario consciente e internacionalista, que nacerá el nuevo mundo.

A lo mejor Uds. creen que si Uds. prueban ser los mas ardientes campeones de las luchas existentes y de las filas de los activistas de hoy día, entonces en el futuro como resultado de todo esto se desarrollara el partido de vanguardia. No estamos de acuerdo. Creemos que la tarea propagandística de llamar directamente a favor del partido revolucionario es hoy día la tarea más importante en la Argentina. Todo esto nos lleva a la disputa sobre las elecciones.

El método leninista

No creemos que las condiciones políticas hayan madurado para desplegar un boicot que derrotará al régimen y presentará una alternativa. A pesar de la evidente crisis del peronismo hoy día, el capitalismo ha probado múltiples veces, desafortunadamente, que no colapsará permanentemente por si solo, sino solamente mediante la vía de una exitosa alternativa revolucionaria. Si surge imposible para que un ala del peronismo se resucite por si misma, (lo cual yo dudo), entonces surgirá una alternativa burguesa destinada a engañar e reprimir a las masas con otro nombre. Pero en el presente un porciento significativo de los trabajadores votarán a favor del peronismo -- a favor de Rodríguez Saá, Néstor Kirchner o hasta a favor de un candidato Duhaldista si se logra postular uno.

Es necesario regresar al “ABC del marxismo”. Los leninistas, aun cuando intervienen en el frente electoral, siempre utilizan esa plataforma para adelantar la noción que es la acción de las masas y no las elecciones mismas las que logran adelantar los intereses de nuestra clase. Por lo tanto, no es necesario el boicot de las elecciones para luchar a favor de la huelga general sino es necesario utilizar la plataforma electoral para hacer campaña a favor de la huelga general.

Lenin también recalco que la meta, en todo caso, es utilizar la plataforma electoral para desenmascarar al mismo proceso electoral burgués, siempre adelantando la acción independiente de la clase trabajadora. Debemos ganar la atención de los trabajadores que están pendientes a las elecciones. En eso consiste la tarea de la vanguardia. Los revolucionarios pasan por la experiencia al lado del resto de los trabajadores -- mostrándole el camino a seguir.

Lenin señaló una y otra vez en su panfleto, La enfermedad infantil del 'izquierdismo' en el comunismo que

está probado que, aun unas semanas antes del triunfo de la República Soviética, aun después de este triunfo, la participación en un parlamento democráticoburgués, no sólo no perjudica al proletariado revolucionario, sino que le facilita la posibilidad de hacer ver a las masas atrasadas por qué semejantes parlamentos merecen ser disueltos, facilita el éxito de su disolución, facilita la "eliminación política" del parlamentarismo burgués. No tener en cuenta esta experiencia y pretender al mismo tiempo pertenecer a la Internacional Comunista, que debe elaborar internacionalmente su táctica (no una táctica estrecha o exclusivamente nacional, sino precisamente una táctica internacional), significa incurrir en el más profundo de los errores y precisamente apartarse de hecho del internacionalismo, aunque éste sea proclamado de palabra.

No es un mero accidente que el panfleto clásico de Lenin enfoque en el doble error de rehusar la participación en los sindicatos reaccionarios y en los parlamentos reaccionarios. Sobre la cuestión de los sindicatos, él señaló que la participación era obligatoria para los revolucionarios y la acción tonta de "los comunistas de izquierda, revolucionarios, pero irreflexivos, quedan al lado y gritan: '¡Masa!, '¡Masa!' y ¡¡se niegan a trabajar en los sindicatos!! ¡¡pretexto de su 'espíritu reaccionario'!! e inventan una 'Unión Obrera' nuevecita, pura, limpia de todo prejuicio democráticoburgués y de todo pecado de estrechez corporativa y profesional, 'Unión Obrera' que será (¡que será!) -- dicen -- muy amplia".

Una y otra vez, Lenin señaló con relación a los sindicatos e parlamentos, que la vanguardia debe adiestrarse sobre como ganarse a las masas. “Vuestro deber consiste en no descender hasta el nivel de las masas, hasta el nivel de los sectores atrasados de la clase.” Pero a la misma vez deben observar sobriamente el presente estado de la conciencia de clases y el grado de preparación de la totalidad de la clase (no solamente de su vanguardia comunista). "Aunque no fuesen 'millones' y 'legiones', sino una simple minoría bastante importante de obreros industriales, la que siguiese a los curas católicos... podría asegurarse ya sin dudar que el parlamentarismo en Alemania no había caducado todavía políticamente, que la participación en las elecciones parlamentarias y la lucha en la tribuna parlamentaria es obligatoria para el partido del proletariado revolucionario, precisamente para educar a los elementos atrasados de su clase."

En algunos aspectos de su trabajo en la Argentina está absolutamente claro que Uds. están dispuestos a marchar contra la corriente. Llegaron a rechazar la utilización de la consigna a favor de la asamblea constituyente. Respetamos que esto se llevo acabo mediante una seria re-evaluación de la utilización de la consigna en la Argentina, aun en su ropaje mas revolucionario. Pero debido a su incondicional oposición a intervenir en los sindicatos peronistas, en general, y su postura de no intervenir en las elecciones, se han visto obligados a crear una fantasía acerca del presente balance de fuerzas como una justificación política para su política contradictoria. Es así como yo lo veo en el presente.

Es cierto que desde el alzamiento, la tendencia hacia el abstencionismo frustrado es muy grande. Pero yo pienso que los revolucionarios deberían bregar con este sentimiento con una declaración abierta que exprese que entienden y están de acuerdo con la hostilidad hacia los políticos corruptos e engañosos. Sin embargo, la respuesta no radica en ignorar la realidad de la política y del poder sino crear una alternativa. Deberían decirle a sus compañeros trabajadores que todavía no tienen las suficientes fuerzas, pero ciertamente que su meta es proveer un candidato trabajador cuando se pueda, que dirá que el problema es el capitalismo y ningunas elecciones terminarán con el capitalismo. Ese candidato y su partido estarán por el fin de la política capitalista mediante la destrucción del estado capitalista; por la toma del poder estatal de parte de los trabajadores. Hoy día podemos desenmascarar esos grupos más grandes y la gente que reclaman que están a favor de los trabajadores o son anti-capitalistas y ya tienen los recursos para lanzar un candidato -- bien sea De Gennaro, Zamora, o el PTS.

Esperamos reconsideren algunos de los puntos que le señalamos en esta carta. Y espero escribirle denuevo pronto. Entre tanto los camaradas de la LRP y la OCCI y amigos gustosamente continuaremos recibiendo sus artículos e estudiándolos.

Saludos revolucionarios

Evelyn Kaye por la LRP-OCCI