Las luchas negras de los años sesenta y principios de los setenta del siglo pasado despedazaron la segregación legal y le abrieron el camino a unas oportunidades ocupacionales y educativas previamente cerradas para gentes racialmente oprimidas en este país. Sin embargo, el levantamiento no logró alcanzar la “integración” – lograr unos EE.UU. igualitarios ciegos al color de la piel. Es mas, aun los avances obtenidos, especialmente para las secciones pobres de la clase trabajadora negra, se encuentran bajo crecientes ataques. Y la creciente ola de brutalidad policíaca amenaza a todas las gentes oprimidas y explotadas.
La historia le ha dado la razón a los auténticos marxistas de lo que hace mucho tiempo predijeron. La integración es imposible bajo el imperialismo americano. En el presente, casi todo el mundo sabe que la ideología integracionista del liderato de derechos civiles de la clase media y la meta prometida por los liberales blancos del partido Demócrata era un mito. Sin embargo, las nociones de “control comunitario” presentadas por otros también han resultado falsas en la práctica. No importa si tales esquemas fueron adelantados por partidarios del nacionalismo, separatismo, o multiculturalismo, ninguno de ellos obtuvo fuerza real en las masas de los guetos. Y no podía ser de otra manera.
La escueta realidad consiste en que tanto como los humanos necesitan aire para sobrevivir, el capitalismo americano necesita el racismo para sobrevivir. Históricamente, la pequeña clase dominante ha aprendido que la manera para retener su poder sobre la masiva y potencialmente poderosa clase trabajadora es mediante las tácticas racistas de divide y vencerás.
La Liga por el Partido Revolucionario (LRP), reflejando una herencia leninista, siempre ha adelantado el internacionalismo proletario (obrero) en su comprometida lucha contra todas las formas de nacionalismo y chovinismo. En el mundo del presente, la LRP también ha luchado a favor del interracialismo proletario como la única perspectiva capaz de sobreponerse y destruir la pestilencia racista inherente en el capitalismo.
Biológicamente, existe únicamente una sola raza, la raza humana. Sin embargo, la existencia de razas como un hecho histórico y social de la vida no puede ignorarse si el racismo va a ser combatido. La idea de razas diferentes surgió del emergente capitalismo basado en Europa como una justificación para el emergente imperialismo y luego la esclavitud del Nuevo Mundo. A principios del pasado siglo, los principios de la época del imperialismo y la decadencia capitalista, fue elaborado mas aun en defensa de la practica racista que se había convertido en una inescapable necesidad fundamental del capitalismo americano. El logro revolucionario de un mundo humano no-racial solo podía lograrse mediante una estrategia que reconoce la realidad material de la división racial de los EE.UU. del presente.
La revolución socialista en los EE.UU. solamente se podrá llevar acabo si es dirigida por un partido obrero de vanguardia genuinamente interracialista. Sin embargo, estamos obligados a encarar el hecho de que la perspectiva racial de muchos trabajadores/as blancos ha sido el obstáculo principal a solidaridad de clases. El racismo blanco dentro de la clase obrera ha sido un factor crucial a través de gran parte de la historia americana. Y, mientras a menudo se encuentra mezclado con cierta simpatía y respeto para la gente negra, el racismo persiste hasta estos días entre gran numero de trabajadores/as blancos. Por lo tanto, es con buenas razones que muchos trabajadores/as negros son altamente sospechosos de los blancos y de instituciones dominadas por blancos, aun por las que proclaman la solidaridad.
La conciencia racial y la creencia de que los negros tienen que unirse para su propia defensa es justificablemente popular entre los trabajadores/as negros. Y esa necesidad no comenzara a retirarse hasta que los trabajadores/as blancos reconozcan que está dentro de sus propios intereses reales combatir contra los ataques raciales contra los negros y Latinos generados por el capitalismo y prueban sus compromisos a la lucha. Una vanguardia obrera genuinamente interracialista no podrá construirse negando la existencia de las divisiones raciales y la realidad de circunstancias especiales que encaran los negros americanos.
Creemos que los auténticos marxistas pueden aprender la estrategia para lograr la unidad de la clase trabajadora y la autodefensa negra mirando la metodología elaborada por Lenin a principios de esta era.
Lenin luchó a favor de una perspectiva internacionalista que él insistió tenia que mantenerse sin contaminarse ni aun de las formas “mas puras” de nacionalismo. El partido obrero de avanzada de cada nación tenia que ser parte del partido internacional. Sin embargo, Lenin sabía que un mundo no nacional no se podía lograr ignorando las diferencias reales que existen entre las naciones bajo el capitalismo. El no igualaba las luchas de los nacionalmente oprimidos al nacionalismo de los poderíos imperialistas. Los internacionalistas no podían descontar tales luchas debido a que a menudo eran dirigidas por ideólogos nacionalistas pro-capitalistas; eso inevitablemente significaría en la realidad alinearse con los opresores en vez de con las masas de los oprimidos.
Para convencer a las masas colonizadas súper explotadas que el internacionalismo proletario es la única respuesta al capitalismo imperialista, los revolucionarios comunistas tienen que ser los mejores defensores del derecho a la autodeterminación de las nacionalidades oprimidas. Eso significa, como demostró Lenin, que tales gentes tenían el derecho a escoger la secesión, i.e. independencia política nacional. Sin embargo, mientras se defiende consistentemente su derecho a escoger para si mismos, Lenin constantemente señaló que dado el dominio económico del capitalismo imperialista, ninguna nación en esas circunstancias seria verdaderamente libre o igualitaria. Únicamente la unión internacionalista de estados obreros revolucionarios puede tomar los pasos necesarios hacia la verdadera igualdad.
El logro de tal federación mundial seria un paso decisivo en la lucha para destruir los últimos vestigios de la sociedad reaccionaria inhumana que domina al globo en el presente. Sin embargo, como los leninistas alentamos abiertamente, una federación de estados obreros nacionalmente basados seria un medio para alcanzar la meta superior del comunismo, un mundo auténticamente comunista que seria verdaderamente humano; una sociedad de abundancia para todas las gentes; una sociedad en la cual todas las clases, estados-naciones, y fronteras desaparecen. Y un sociedad en la cual, finalmente, el horror del racismo será erradicado de una vez por todas. Y no solamente el racismo sino la mera idea de razas separadas.
La manera fundamental de abordar los leninistas la cuestión nacional no se lanza por a ventana cuando las gentes oprimidas no son una nación aparte, como en el caso de los negros americanos. El grupo revolucionario interracialista defiende el derecho de la masa de gente racialmente oprimida a avanzar su lucha mediante la auto-organización, si así lo deciden. Mientras que defendemos y proponemos este derecho, los bolcheviques leninistas desenmascaramos implacablemente las capitulaciones pro-capitalistas de los dirigentes engañosos tanto integracionistas como separatistas y señalan hacia la necesidad de construir un partido proletario unificado interracialista e internacionalista para dirigir las luchas revolucionarias de masas.
No es únicamente una cuestión de defender el derecho a escoger la autoorganización separada; en el presente a menudo alentamos la formación de grupos negros de autodefensa. Una defensa armada obrera unificada contra la brutalidad policíaca y ataques tipo KKK es la respuesta mas fuerte y preferida. Sin embargo, en la mayoría de los casos en el presente, las masas de trabajadores/as blancos todavía no tienen la conciencia para ver la necesidad, ni pensar que tomen esta acción. Seria un acto criminal sugerir que los negros o otras gentes oprimidas bajo ataques armados esperen hasta que sea posible las milicias obreras unificadas antes de que se movilicen en su propia defensa. Entonces, mientras reclamamos las organizaciones de autodefensas negras de manera inmediata, en los gremios y otras instituciones retamos a las presentes dirigencias engañosas a movilizar esfuerzos de defensa mas amplios en nuestros continuos esfuerzos dirigidos a elevar la conciencia de todos los trabajadores/as sobre estos asuntos.
Debido a la cuadrilla capituladora de burócratas gremiales, la clase trabajadora de EE.UU. en el presente no se defiende de los ataques capitalistas continuos. Las huelgas ha sido escasas, en contraste agudo con la historia pasada y lo que inevitablemente ocurrirá en los años venideros. Sin embargo, hace un periodo de tiempo corto, se dio una muestra significativa de lo que vendrá en el futuro – la agria huelga nacional de la UPS. La patronal de la UPS trato de confrontar a los trabajadores/as de a tiempo completo contra los de tiempo parcial y dividir a los trabajadores/as racialmente. Los trabajadores/as blancos, por el contrario, se unieron a los trabajadores/as jóvenes negros y Latinos y conjuntamente obtuvieron una importante, pero temporera, victoria.
La relación entre los trabajadores/as negros y blancos en los EE.UU. es ahora muy diferente de lo que fue en el pasado. La fortaleza no es únicamente una cuestión de cantidades. Algo muy cataclismito le ocurrió a las relaciones raciales y de clases a principios de los años setenta del siglo pasado. No habían estallado los guetos únicamente, asustando a los gobernantes capitalistas a más no poder, pero por primera vez en la historia de EE.UU. trabajadores/as blancos siguieron el liderato de trabajadores/as negros en huelgas importantes. Dado el dramático cambio, y dada la posición estratégica que ocupan en las industrias principales y ciudades centrales los trabajadores/as negros y Latinos, el destino de los trabajadores/as de color ya no descansa tanto en las manos de la mayoría trabajadora blanca como en el pasado.
El interracialismo no es un regalo benévolo concedido de forma condescendiente a los trabajadores/as negros por una mayoría blanca. El racismo perjudica principalmente a los trabajadores/as de color, pero también socava los ingresos y la fortaleza de todas las secciones del proletariado. Los trabajadores/as blancos se pueden atraer a la revolución y liberación negra cuando los trabajadores/as negros trazan una vía intransigente que reta al sistema que nos explota a todos. Décadas atrás, León Trotsky predijo que la vanguardia proletaria revolucionaria seria dirigida en los EE.UU. por trabajadores/as negros a tal grado mas allá de su presencia numérica. Y es cierto, Los trabajadores/as negros son ahora, de hecho, claves para la formación del partido interracialista capaz de derrocar al bestial sistema capitalista.