El siguiente artículo fue publicado por primera vez en Proletarian Revolution núm. 81 (primavera de 2008).


Trabajadores venezolanos y el referéndum

¡No a Chávez, Si al socialismo!


Con este artículo continuamos nuestra discusión sobre el escenario político de la clase trabajadora en Venezuela. Invitamos a nuestros lectores a comentar sobre el mismo. Las referencias están disponibles si así lo desean.


18 febrero 2008

El conflicto de clases en el corazón de la sociedad venezolana rompe su engañosa cara bolivariana. La clase trabajadora ha rechazado el programa neoliberal abiertamente proimperialista de la oposición derechista. Pero debido a buenas razones, el pueblo trabajador y los pobres están crecientemente más disatisfechos con el Presidente Hugo Chávez y su política.

Este sentimiento condujo a la abstención masiva en el referéndum impulsado por Chávez el pasado diciembre, donde la oposición obtuvo una victoria por un escaso margen. La cantidad de votos que Chávez tradicionalmente obtiene decreció de tal modo que la oposición gano el escrutinio -- sin sumarle muchos votos a lo que acostumbra a lograr.

Este cambio significativo en el patrón electoral ocurre justamente a un año de Chávez obtener una reelección con una victoria que fue un triunfo electoral aplastante en el mes de diciembre del 2006. Sin embargo, en el mes de diciembre del 2007, aproximadamente el 45% de su base electoral acostumbrada, se abstuvo -- en un referéndum que Chávez reclamaba ser de avance hacia el socialismo. En el mismo la LRP favoreció el voto del NO, el cual explicaremos en este artículo.

El referéndum proponía una cantidad enorme de enmiendas a la constitución, que serian escrutinados en dos bloques diferentes. El bloque A consistía de 33 artículos, principalmente redactados por una comisión escogida por Chávez y que se reunió en secreto sin el beneficio del debate publico durante todo el proceso. El bloque B contenía 36 artículos adicionales aprobados por la Asamblea Nacional. Cada bloque contenía enmiendas cuyo propósito consistía en ser atractivas a la clase trabajadora -- como la reducción a la jornada de trabajo, y la extensión de los beneficios del seguro social. Sin embargo, Chávez ya había tenido suficiente tiempo, poder, y apoyo de las masas para efectuar esas reformas sin la necesidad de recurrir a un referéndum especial. Los cambios propuestos se encontraban en el referéndum por una razón: eran la carnada para tentar a las masas a votar a favor de un premio mayor.

La concentración del poder presidencial

Si hubiese triunfado el referéndum, no hubiese únicamente puesto en manos de Chávez la habilidad de permanecer en el poder mas tiempo (es preciso notar que solamente el presidente hubiese tenido el derecho de ser reelecto continuamente). El derecho a la libertad sobre la información hubiese sido mas fácilmente eliminado mediante una declaración de emergencia, y tales declaraciones serian de una duración ilimitada. Durante un estado de emergencia se podía detener a los ciudadanos sin someterlos a cargos. También le permitía al presidente reorganizar las colindancias de las ciudades, provincias, y regiones. Otra propuesta de enmienda le otorgaba poderes especiales al presidente para declarar regiones y zonas militares especiales y nombrar autoridades militares para gobernarlas, y el poder para promover oficiales militares. Todas estas medidas hubiesen fortalecido al estado capitalista para su uso futuro contra la clase trabajadora.

De acuerdo a esta línea de ataques antiobreros, otra cláusula hubiese cambiado la definición de empleados públicos, levantando la preocupación general que este significativo sector laboral perdiese protección legal. Otras propuestas hubiesen aumentado el porciento de votantes requeridos para llevar los referéndums a la urna electoral, bien sea para una revocación, enmiendas constitucionales o una asamblea constituyente.

Hubo también enmiendas que hubiesen animado constitucionalmente la operación de los consejos comunales, consejos laborales, y las organizaciones similares que serian financiados y registrados por el gobierno nacional. La intención de los consejos es supeditar los órganos de lucha de masas de los trabajadores, campesinos y otros sectores de levantarse, adicionalmente a las ya existentes uniones.

Los “consejos comunales” ya existen y son supuestamente evidencia del “poder del pueblo”. Los fondos económicos asignados a estos consejos provienen directamente de la comisión presidencial del poder comunal. La cifra consistió de $1,600 millones el año pasado y cerca de $3,000 millones este año. Estos consejos se utilizan principalmente como los esquemas de democracia participativa en Brasil, Bolivia, y otros lugares: a los residentes locales se le otorgan unos presupuestos pre-establecidos para proyectos locales limitados. En su mejor propósito son una manera de distraer a las masas de tomar decisiones y asumir el poder, sino en la realidad funcionan como correas de transmisión para la política del régimen en el poder. Aparentemente Chávez no ha sido exitoso en hacer despegar los consejos laborales debido a temores de que estos se utilicen para propósitos antisindicales. La aprobación del referéndum hubiese facilitado ese esfuerzo.

Las raices del bonapartismo

Chávez argumentaba que solo él estaba dotado con la habilidad para tomar decisiones para el bien de las masas. La gran parte de la izquierda que defendió el referéndum aceptó esa premisa. Ese es el sello del bonapartismo, un régimen cuyo rasgo principal consiste en el dominio de un hombre fuerte con el poder concentrado en el ejecutivo que aparenta dominar independientemente sobre las principales clases de la sociedad en contienda. Pero de hecho, el régimen de Chávez, como los bonapartistas, representa los intereses capitalistas y, por lo tanto, su represión se encuentra dirigida primordialmente contra la clase trabajadora, cuando más agrias se pongan las cosas. Ignorando este entendimiento marxista esencial, gran parte de la izquierda también se tragó el argumento de Chávez donde mantiene que una mayor concentración del poder armado del estado burgués se utilizaría únicamente contra la oposición derechista.

La mayoría de los análisis sobre el referéndum de diciembre han fallado sobre un punto muy esencial: el esfuerzo pronunciado para aumentar el poder de Chávez fue una necesidad real del régimen. Chávez es un populista: el promueve la colaboración de clases al hacerle grandes promesas a las masas de que el va a representar sus intereses si estas se mantienen a su lado, y el parece favorecer la participación de las masas en la sociedad. Pero los populistas como Chávez también argumentan a favor de promover capitalistas buenos contra los malos, y no por la lucha de clases. Los gobernantes populistas inevitablemente se convierten crecientemente bonapartistas, ya que ellos no son capaces de cumplir con las expectativas de las masas. Eventualmente las movilizaciones de masas que estos promueven para alcanzar el poder amenazan con socavar su dominio.

Este es el dilema de Chávez: las masas se encuentran insatisfechas, pero el no tiene mucho mas para ofrecerle a no ser parcos adelantos como gestos simbólicos junto a retórica “roja” -- grandes promesas colgantes para el futuro como el “socialismo.” Su esquema de desarrollo capitalista significa el cultivo de un ala privilegiada de la débil clase capitalista nacional. La construcción del capitalismo venezolano también requiere de maniobras con la mayoría de los capitalistas que están atados a la oposición derechista y a los imperialistas. Chávez se aferra a una política de nacionalismo burgués y coexistencia pacifica con los opresores imperialistas de Venezuela, contrario a toda su retórica socialista. Pero para alcanzar aun pequeños adelantos para una Venezuela capitalista en este contexto requiere de un complicado acto de malabares. Es en el presente imposible continuar apaciguando a las masas a la vez que se apacigua a la burguesía nacional y al imperialismo. El fracaso de este proyecto es lo que se encuentra detrás de la calamidad económica que se percibe en el presente.

Aun bajo circunstancias casi optimas con altas ganancias petroleras, Chávez ha sido incapaz de cambiar dramáticamente la calidad de vida de las masas. Esto es imposible para cualquier estado capitalista, y todas las naciones capitalistas oprimidas tienden a ser dominadas por el imperialismo durante esta época.

Un ejemplo perfecto de su política hacia el imperialismo es la lucha actual entre Chávez y la Exxon-Mobil sobre los términos de una propuesta empresa conjunta en la faja petrolera del Orinoco. Es una cuestión del grado de superexplotación. A pesar de todas sus amenazas retóricas, Chávez ha clarificado que no romperá mas ningún negocio con la Exxon-Mobil y únicamente utilizara medidas legales, i.e. sancionadas por los imperialistas, para defender los intereses venezolanos. Lo último que desea es movilizar las filas de la clase trabajadora a una lucha real contra las empresas imperialistas en Venezuela.

Es el deber de todos los trabajadores revolucionarios defender a todas las naciones oprimidas de los ataques imperialistas. Pero ningún sector de la burguesía nacional de las naciones oprimidas es capaz de defender a las masas contra el imperialismo, ya que son incapaces de romper con la dominación imperialista. Los trabajadores revolucionarios también deben decirle la verdad a los compañeros y trabajadores sobre esto: la clase trabajadora misma debe unirse con todos los oprimidos para lograr el derrocamiento del sistema capitalista. La necesidad básica consiste en reemplazar al estado capitalista, el estado de dominio burgués, con un estado obrero, donde dominará la clase obrera. Al construir su partido de vanguardia internacional, los trabajadores más conscientes de clase conducirán la lucha por la revolución socialista no solamente en una nación sino internacionalmente. La idea de construir el socialismo en un solo país es un fraude. La federación de estados obreros es el paso necesario para abolir la sociedad de clases y la escasez. Esta es la estrategia de revolución permanente de Trotsky y es la única vía para derrotar al imperialismo y darle realmente la unica respuesta a las esperanzas de la humanidad.

Chávez se encuentra claramente mas débil posterior al referéndum pero es todavía tremendamente popular -- contrario a cualquier dirigente o partido contendiente en Venezuela en estos momentos. Ha amasado tremendo poder, incluyendo el poder a dominar por decreto. Utilizando esta autoridad, le causó gran trastorno a sus bases al otorgarles amnistía el 3 de enero a los dirigentes de la oposición vinculados al golpe militar apoyado por el imperialismo contra su gobierno en el año 2002. Otro decreto presidencial el 18 de enero pasó la operación de la fuerza policíaca de Caracas al gobierno nacional. Este cambio es la etapa de apertura de una propuesta ley de policía nacional que concentraría todas las fuerzas policíacas municipales y estatales bajo la autoridad del gobierno nacional.

El estado maniobra contra los trabajadores

En el articulo “Chávez vs. la clase obrera” (PR 80) destacamos los ataques de Chávez contra la autonomía sindical al anunciar la creación del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV). El PSUV les dio la bienvenida a dirigentes empresariales “socialistas” y militares a sus filas, pero exigió que las uniones y organizaciones izquierdistas rindieran su independencia para poder unirse al partido. Si el referéndum hubiese sido aprobado hubiese sido un gran activo para alimentar forzosamente un programa y unas reglas partidarias ya que Chávez hubiese reclamado falsamente poseer un mandato popular. Chávez quiere convertir al PSUV en un gran partido autoritario que funcione como agente disciplinario y que reprima la disensión de los trabajadores/as y la izquierda.

Es obvio que su modelo en gran parte es el Partido Comunista de Cuba (PC). No es una causalidad que el proyecto de partido del PSUV tenia un comité de disciplina desde sus comienzos y ha comenzado a expulsar miembros aunque todavía sea un partido en formación sin un programa o estatutos oficiales. Compare el escenario que Chávez encara en el presente con la Cuba de Fidel Castro. Castro fue capaz de fusionar a través del tiempo su Movimiento 26 de Julio con los cuadros endurecidos del existente partido estalinista que había tenido bastante experiencia apoyando la dictadura batistiana, especialmente dentro del movimiento sindical. Castro organizó un nuevo Partido Comunista que había estado vinculado a la nominalmente socialista Unión Soviética y era una herramienta efectiva contra la clase trabajadora. Únicamente después de emplear a los cuadros del PC para sofocar a los trabajadores pudo Castro tomar medidas antiimperialistas pronunciadas como la nacionalización de la industria.

Mientras que Chávez todavía retiene una gran autoridad, su prestigio obviamente ha sufrido, que hace mas claro su incapacidad para crear rápido y sin ceremonia un “gran salto hacia adelante”, un partido de masas que siga estrictamente sus dictados basándose meramente en sus proclamas desde arriba. Las circunstancias materiales en Venezuela no son las mismas que las de Cuba hace cuarenta o más años. Y no es capaz de convertir el pequeño e independiente Partido Comunista Venezolano en un partido autoritario con masas de cuadros disciplinados que sean capaces de controlar a la clase trabajadora.

Se ha reclamado a menudo que la nacionalización de la industria petrolera significa que Chávez se encuentra en la vía “socialista” en Venezuela. La verdad es que Chávez ha preservado una “economía mixta” capitalista, una alianza entre el estado y la empresa privada aun dentro de la industria petrolera de propiedad formalmente estatal. Y Chávez se opone abiertamente al control o gerencia obrera de la industria petrolera.

La represión de los trabajadores continúa

La represión contra los trabajadores en protesta y huelguistas, discutido en nuestra edición previa, ha continuado. Chávez le teme especialmente al posible rol de los trabajadores petroleros en la política venezolana -- existen miles de trabajadores medulares que con gran sacrificio y coraje lucharon contra el intento de cierre patronal de catorce meses desde el diciembre 2002 a febrero 2004. Temeroso del poder obrero, el Ministro del Trabajo Ramón Rivero hasta se opone activamente al derecho de los petroleros a elegir a sus propios dirigentes sindicales. Un equipo negociador engañoso escogido por el gobierno de una organización sindical nueva, la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (FUTPV), propulsó un contrato malísimo en noviembre. Los trabajadores que trataron de protestar en setiembre este proceso en el estado de Anzoátegui fueron atacados por la policía, donde muchos resultaron heridos y arrestados; esta acción condujo al paro laboral de otros petroleros en esa región.

El significado de la negociación por FUTPV de este convenio va mas allá de ser un injusto arreglo económico: sobre la mitad de los 60,000 petroleros en Venezuela ya habían votado para ser representados por la tendencia Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-CURA) de la federación Fedepetrol, pero el gobierno rehusó reconocerla o llevar acabo nuevas elecciones.

La Unión Nacional de Trabajadores (UNT) fue fundada para ser una alternativa a la federación sindical CTV que apoyó al golpe y llevó acabo el cierre de la industria petrolera en el 2003-2004. Pero la misma UNT se encuentra ahora dividida permanentemente -- con cada uno de los grupos de liderato que la fundaron utilizando el mismo nombre. La Fuerza Socialista Bolivariana de Trabajadores (FSBT-UNT) está compuesta de aliados cercanos del gobierno de Chávez que actúan sobre una base regular muy de cerca con el régimen para sabotear y dividir las luchas obreras. No mantienen una base masiva de trabajadores como C-CURA, que entra en conflicto con los patronos y es obviamente mucho mas popular entre los trabajadores/as militantes.

La C-CURA misma tiene dos alas. La minoría es dirigida por Orlando Chirino que se opuso a la entrada al PSUV y al reciente referéndum. Incluye a José Bodas, importante dirigente sindical de los petroleros, y ha hecho un llamado a favor de un”nuevo partido de trabajadores”, que ya se ha denominado Partido de la Izquierda Socialista (PAIS) con su periódico la Voz de los Trabajadores (ver www.aporrea.org/trabajadores/a52113.html.) La mayoría es dirigida por Stalin Pérez Borges que entró al PSUV y favoreció el referéndum. Publica la revista Marea Clasista y Socialista y incluye a Ramón Arias, dirigente de la Fentrasep, el sindicato del sector publico que agrupa a 1.5 millones miembros. Las alas de Chirino y Pérez Borges lideraron la recién creada formación -- el Partido de la Revolución y el Socialismo (PRS).

Sin haber hecho una separación fundamental con su pasada tradición, Chirino y sus asociados se han visto obligados a entrar en una fase de oposición a Chávez. Desde sus capitulaciones, C-CURA representan el ala izquierda de las corrientes sindicales existentes. Por ahora parecen mantener alguna semblanza de unidad en la acción con el propósito de defenderse contra los ataques antisindicales del régimen.

El gobierno se siente amenazado por los petroleros militantes que poseen una fuerza objetiva, a pesar del hecho de que representan únicamente e escasamente el uno porciento de la fuerza trabajadora. También reflejan la popularidad general de las demandas de conciencia de clases como la total nacionalización de una gama de industrias sin compensación, el control y la gerencia obrera, el final de la contratación laboral de segunda clase, y una escala móvil de salarios y horas. Una batalla notable ha sido desencadenada por los metalúrgicos contra la Corporación Sidor controlada por burgueses argentinos. Estos trabajadores han estado exigiendo la nacionalización durante años y se encuentran en una lucha contractual al irnos a la prensa.

Ataques contra los empleados estatales

Para obtener mas pruebas aun de la actitud de Chávez hacia la lucha de clases no hay que buscar mas allá de la lucha de sus propios empleados, los empleados gubernamentales que representan el 13 porciento de la fuerza de trabajo. La gran parte escasamente reciben el salario mínimo. Igual a los petroleros y metalúrgicos, los empleados públicos tienen una fuerte tradición de sindicalización. Los representantes electos de la Fentrasep asistieron al Ministerio del Trabajo agosto pasado con el propósito de renegociar el convenio colectivo de sus miembros, luego de que estuvo la negociación paralizada durante dos años y medio sin convenio. El ministro se negó a reunirse con los delegados y los encerró bajo llave dentro de un cuarto durante varios días sin agua o alimentos. Fueron eventualmente atacados por una organización de golpeadores asociada al gobierno que los desahuciaron. Hasta la fecha el ministerio ha rehusado negociar un convenio, retando la legitimidad de los delegados reclamando que existe una controversia sobre los resultados de las elecciones sindicales entre C-CURA y el FSBT. Este último favorece un aumento salarial mas bajo.

Estos son dos de los muchos ejemplos donde el gobierno utiliza sus ministerios y lacayos laborales para subvertir la iniciativa de las matriculas y su derecho para elegir sus propios lideratos. En una entrevista de setiembre 2007, Chirino habló sobre esta tendencia que no se limita a los petroleros y empleados públicos:

En Firestone la inspectora del trabajo ordena a la empresa a discutir la convención colectiva con un sindicato que sólo representa el 10%. En Mavesa alimentos se matricula en tiempo record un sindicato con 34 firmas en un universo de 750 trabajadores. En Coca-cola, luego de firmarse una convención colectiva, la Inspectoría del Trabajo homologa parcialmente el contrato dejando pendiente 15 cláusulas. En la Ford, luego de que el sindicato elabora y presenta un proyecto de convención, la inspectoría dilata los procedimientos, con la intención de poner a los trabajadores en contra de su organización sindical. Al examinar con detenimiento lo que sucede, hemos constatado que en todos estos casos, la Inspectoría del Trabajo actúa de manera perversa para favorecer a grupos minoritarios identificados con la FSBT para que monten sindicatos paralelos. Y para que no haya ninguna duda, la propia Inspectora les dice a los dirigentes sindicales clasistas, que tiene la orden de trancar a todos los sindicatos que se identifiquen con C-CURA. (enlacesocialista.org.mx/articulo-venezuela-el-ministerio-de-trabajo-una-junta-liquidadora.html)

El gobierno también ha atacado directamente o indirectamente ha saboteado las pequeñas luchas de trabajadores militantes siguiendo la misma línea. Un ejemplo notable es el de los trabajadores/as de la compañía de desperdicios sólidos Sincreba en Mérida que sufrieron un cierre de su planta en setiembre pasado, acto llevado acabo por el patrón con la ayuda de golpeadores locales y la policía. Los trabajadores entonces ocuparon la planta y se establecieron así mismos como una cooperativa que operó la misma durante dos meses mientras hacían campaña para lograr el apoyo de varios alcaldes de la región y del Consejo Comunal de Puente Viejo. Su ocupación inicial fue terminada luego de una cantidad de ataques violentos. Pero continuaron luchando a favor de la meta de una apertura permanente como una empresa estatal bajo control obrero.

Sin embargo, el consejo, que había sido apoderado por la mancomunidad de los alcaldes para operar la planta, no solamente se hizo ciego ante los ataques violentos contra los trabajadores sino también rehusó reunirse con ellos y finalmente los censuró. Esta situación antiobrera es lo que promueven estos consejos auspiciados por el gobierno. (Le recomendamos a los lectores la dirección cibernética: my.opera.com/CLAN/blog/alcaldias-delegan-en-el-consejo-comunal-de-puente-viejo-el-manejo-de-la-planta-d para una cobertura extensa.) La lucha heroica de estos trabajadores continua, como lo hacen en una cantidad de pequeñas batallas, notablemente la de los trabajadores de la planta de implementos Sanitarios Maracay cuya ocupación fue terminada abruptamente en setiembre pasado. Recientemente lograron reabrir parte de la planta.

La abstención masiva

En realidad se estima que sobre 200,000 trabajadores votaron contra el referéndum. Existen muchas razones por las cuales millones mas que también se oponían al referéndum escogieron la abstención. Sin dudas, preocupaciones de represalias del régimen (perdidas de empleo, beneficios, etc.) han jugado un papel primordial en que los trabajadores hayan tenido temor a votar NO. Pero el acto de abstenerse representa más que temor de parte de las masas. También refleja una conciencia mixta entre los trabajadores en cuanto a como hacer avanzar la expresión e organización de su oposición.

A través de los años Chávez y sus altoparlantes han predicado efectivamente la idea de que un voto por Chávez es siempre un voto contra el imperialismo, y vice versa. Esta vez como siempre las fuerzas pro-imperialistas dominaron la oposición a Chávez. Los trabajadores temían no solamente de que fueran castigados o difamados como derechistas: muchos/as tienen que haber dudaban si un voto del NO verdaderamente fortalecería a la oposición derechista.

El hecho de que el régimen declarase ilegal hacer campaña a favor de la abstención significa que la abstención se convertía en un acto de protesta, uno limitado, y un tanto pasivo e confuso. Reflejaba un cambio significativo en la conciencia obrera pero aun no una vía activa e clara de avance.

En gran parte, los trabajadores que se opusieron al referéndum no veían una alternativa de clases. Los trabajadores tienden a ser más valientes en sus experiencias de conflicto con el régimen y con los patronos privados a nivel local e industrial. Pero la mayoría no han alcanzado una penetrante conclusión sobre la naturaleza capitalista básica del régimen y del mismo Chávez. A un nivel esto se debe a que las luchas se han mantenido aisladas unas de las otras; los trabajadores/as aun no han experimentado su poder independiente de clase. Muchos todavía creen que Chávez y la tal llamada ala izquierda del régimen se pueden moldear en una herramienta para lograr victorias para la clase y aun para lograr el socialismo -- si por lo menos los “burócratas”, “derechistas” y los “corruptos” dentro del gobierno se sacan de carrera. A pesar de las ilusiones que aun quedan, existe una creciente tendencia entre los trabajadores para afirmar y generalizar sus luchas como clase.

El surgimiento de luchas de clases mayores es inevitable. El problema mayor en nuestra opinión es que no existe un partido de vanguardia en Venezuela que sea capaz de señalar el camino de avanzada a seguir. El pasado diciembre, una vanguardia hubiese abogado a favor de un voto de NO atado a una oposición obrera independiente a Chávez sobre unas bases anti imperialistas explicitas. Por un lado, hubiese hecho llamados a favor de demostraciones en apoyo a la promulgación inmediata de una jornada de trabajo más corta, una cobertura de seguridad social más amplia, y otros beneficios específicos prometidos en el referéndum. Por otro lado, hubiese sido capaz de aglomerar apoyo a favor de las luchas contractuales de los petroleros, metalúrgicos, empleados públicos, etc. Hubiese hecho a la misma vez oposición obrera contra todas las medidas represivas del referéndum y a la política reaccionaria de la oposición.

Trotsky hizo una aseveración clave sobre la necesidad de oponerse al fortalecimiento del estado burgués aun bajo la amenaza del fascismo:

La lucha contra el fascismo, la defensa de las posiciones que la clase trabajadora ha alcanzado dentro del contexto de la democracia en degeneración, se puede convertir en una poderosa realidad ya que le otorga a la clase trabajadora la oportunidad para prepararse para las luchas mas profundas y armarse así misma parcialmente...para movilizar al proletariado y a la pequeña burguesía al lado de la revolución, para crear una milicia obrera, etc. El que no aproveche esta situación, que haga llamados al “estado”, i.e., al enemigo de clases, a “actuar”, en efecto le vende el pellejo del proletariado a la reacción bonapartista.

Por lo tanto, debemos votar contra todas las medidas que fortalezcan al estado capitalista-bonapartista, aun esas medidas que por el momento le causen desagrado temporero a los fascistas.

La insistencia de Trotsky contra el apoyo del fortalecimiento militar a cualquier estado capitalista, aun contra la amenaza fascista inmediata, tiene relevancia para Venezuela en el presente. Mantiene que los revolucionarios deben contraponer la necesidad de milicias obreras independientes en vez de depender de cualquier régimen capitalista, sin importar cuan progresista este reclame ser. Chávez no ha dejado de insistir que sus propuestas sean apoyadas inequivocadamente con el propósito de ponerle un alto a un derrocamiento inspirado por el imperialismo. Mientras que no pensamos que esa amenaza sea real en estos momentos, es cierto que para ser capaz de luchar contra las amenazas de una intervención imperialista o golpe, ahora o en el futuro, los trabajadores deben depender únicamente en sus recursos independientes, y no en los de Chávez. A este punto, en el caso de una amenaza imperialista actual, aun en ese caso no le daríamos apoyo a los decretos de emergencia o cualquier otra medida bonapartista que Chávez propuso en el referéndum de diciembre. La clase trabajadora nunca rinde su independencia debido a que solo la clase trabajadora es capaz de vencer al imperialismo.

En la presente situación, la amenaza de un golpe imperialista o una toma de poder departe de la oposición derechista domestica obviamente ha retrocedido y Chávez ha estado utilizando la paz relativa en ese frente como una oportunidad para llegar a acuerdos con la derecha y someter por la fuerza las luchas de masas y las aspiraciones, al mismo tiempo. De hecho, el presente escenario dicta la necesidad de guardias de defensa obreras contra la Guardia Nacional, policía y grupos de golpeadores que han venido atacando las ocupaciones obreras, huelgas, y protestas -- de igual manera contra cualquier amenaza de un golpe pro-imperialista a partir de la oposición derechista. La oposición política obrera a Chávez y a su referéndum en particular, siempre está obligada a incluir un compromiso de la movilización de las masas para defender al régimen contra cualquier ataque imperialista. Esto era parte del mensaje de oposición de clases al referéndum que los revolucionarios necesitaban compartir con sus compañeros trabajadores.

Contra la corriente cuando sea necesario

El punto no consiste en que si una campaña obrera de NO votación hubiese inmediatamente alcanzado una adhesión amplia. Algunas veces hasta un pequeño grupo de propaganda con un mensaje valiente es capaz de sintonizar con lo que los trabajadores sienten y logran alcanzar una influencia superior a su tamaño. Pero es necesario proveerle dirección política a trabajadores de avanzada, potencialmente de vanguardia, y crear un polo de atracción obrero -- aun si la oposición obrera al referéndum se mantenía como un movimiento de minoría en ese momento particular.

Tácticamente hubiésemos preferido la abstención o la anulación de las papeletas para los trabajadores en posiciones peligrosas que no se le hacia posible votar NO, pero eso tenia que ser una cuestión secundaria. El mensaje político principal tenia que ser claro: era en el mejor interés de la clase de que el referéndum fracasara y la abstención no era una alternativa que aseguraría ese resultado. Rechazamos totalmente cualquier idea de que el voto del NO departe de la clase trabajadora consistía en un voto a favor de la derecha o del imperialismo. Esa metodología de amalgamación es con lo que Chávez cuenta cada vez y tales argumentos siempre se utilizaran para permitir que se deposite más poder en sus manos -- a no ser que los elementos iniciales de una autentica vanguardia revolucionaria estén dispuestos a no vivir bajo el temor de la sombra de Chávez. Es absolutamente necesario distinguir entre los momentos cuando un bloque con el régimen es necesario para derrotar una amenaza o ataque imperialista inmediato y los momentos cuando entrar en bloques con el régimen de Chávez aumenta su capacidad para atacar a la misma clase trabajadora y posiciona a las masas en una situación que las torna mas vulnerables ante mas ataques de la derecha. Esta última situación fue la que se vivió el pasado diciembre.

Haber hecho un llamado a favor de la abstención ha sido una posición oportunista e irresponsable para los que defienden a la clase trabajadora y buscan elevar su conciencia de lo que es necesario. El hecho de que la abstención tuvo como resultado una estrecha derrota para Chávez no se podía haber asumido. La utilización de la estrategia de abstención mientras secretamente se desea una derrota es ser oportunista, reflejando un temor de ser amalgamado con la oposición de derecha en vez de tener el coraje para abogar por lo que es necesario y arriesgar tales calumnias, si fuese necesario.

La abstención de Chirino

Chirino y sus asociados, tanto en las uniones como al interior de su tendencia política internacionalmente (la UIT-CI), se opusieron al referéndum. Pero se contuvieron de hacer un llamado a favor del voto del NO. En vez, prefirieron una forma de abstención. Aquí una parte de su declaración, “Anulen parte de su papeleta electoral” por Chirino y sus asociados de parte del “Comité Organizador para la construcción del partido de los trabajadores”, fechado 2 noviembre 2007:

Hacemos un llamado a los trabajadores a anular sus papeletas electorales el próximo 2 de diciembre, no marque ninguna de las dos opciones (SI o NO) simplemente oprima la tecla de VOTAR. Esta es una forma que ha sido sugerida por muchos trabajadores que temen ser identificados como abstencionistas -- ahora que la CNE (la autoridad electoral) le ha prohibido anti-democráticamente a la ciudadanía hacer campaña a favor de la abstención -- o que teman ser despedidos de sus empleos en empresas estatales o que teman ser considerados contrarrevolucionarios o reaccionarios por votar NO”.

Para los socialistas revolucionarios es importante expresar que no apoyamos la propuesta de la reforma, y por esa razón nos solidarizamos y apoyamos a todos los compañeros que piensan abstenerse de forma consciente para no otorgarle su apoyo a la reforma constitucional retrograda, y aun mas, con los que están dispuestos a arriesgarse a votar NO, sin preocuparse por la manipulación y las presiones de todo tipo que ha descendido sobre todos ellos. (www.solidarity-us.org/international/venezuela/votanulo)

Por lo tanto, Chirino y compañía se solidarizan de pasada con los trabajadores que fueron lo suficientemente valientes para votar NO. Pero no los condujo a hacer un llamado valiente a ellos mismos a votar NO como política de clases y ellos son los dirigentes. El llamado a anular las papeletas electorales es cercano a la posición asumida por la Juventud de Izquierda Revolucionaria (JIR), una pequeña sección de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional (FT-CI). Focalizamos en la obra de este pequeño grupo izquierdista en Venezuela en un artículo previo debido a su consistente oposición al apoyo político a Chávez durante las pasadas elecciones. De igual manera, han producido una propaganda de las mas honestas desenmascarando directamente la naturaleza de la sociedad venezolana como capitalista y han denunciado el mito chavista que reclama que un “proceso revolucionario” se este llevando acabo.

Estas cualidades positivas contrastan con el record de dirigentes sindicales de izquierda como Chirino. Chirino se encuentra en una fase muy militante en estos momentos. Pero él y la totalidad de la tendencia UIT-CI le han dicho consistentemente a los trabajadores/as a que voten a favor de Chávez. No existe evidencia que haya cambiado su posición con relación a este punto. De hecho, a pesar de su presente postura de oposición hacia el régimen, todavía habla de “profundizar el proceso revolucionario” en Venezuela. Todavía falla en no explicar definitivamente que Chávez dirige un régimen burgués populista que utiliza la pretensión de un “proceso revolucionario” para engañar a los trabajadores a apoyar a un estado capitalista. Chirino utiliza la misma retórica falsa mientras exige un rol mayor para los trabajadores en el proceso.

La abstención del JIR

En nuestro articulo previo, donde criticamos a la JIR por andar a la rabiza de Chirino, debería ser leído como para mejor entender el presente giro. Desafortunadamente, la JIR todavía no ha respondido a nuestra correspondencia o a nuestras criticas publicadas. Peor aun, han seguido a Chirino en adoptar la posición que favorece la abstención en el reciente referéndum.

Aquí está la medula de sus argumentos:

Estamos ante la presencia de una propuesta de Reforma Constitucional que busca ampliar los márgenes de poder del gobierno para regimentar la lucha de clases y los movimientos de las distintas fracciones de las clases, en el camino de su “socialismo con empresarios”. Este es apoyado por el sector burgués y propietario que apoya al gobierno y recibe de éste el impulso, mientras los sectores mayoritarios de la clase dominante se le oponen, defendiendo la Constitución de 1999.

...Frente al actual referéndum se presentan aparentemente solamente dos opciones, la del SI a la reforma que propone Chávez y la Asamblea Nacional, y la del NO que defienden la amplia mayoría de los sectores de la oposición de derecha y sectores minoritarios que se desprenden del chavismo llamando a defender la Constitución del ’99. Ninguna de estas variantes es opción para los trabajadores, ya que la Constitución reformada o no continúa defendiendo la propiedad privada de los medios de producción, es decir el régimen de explotación capitalista. Por eso, llamamos a votar nulo el próximo domingo 2 de diciembre. (www.jir.org.ve/article.php3?id_article=486)

Por supuesto, ni el movimiento que apoya a Chávez o el movimiento que apoya a la oposición derechista representan una alternativa política para los trabajadores. Pero esa no era la cuestión planteada por el referéndum, contrario a lo que se plantearía en unas elecciones regulares donde Chávez corre contra un candidato burgués de oposición, donde la abstención es la ultima alternativa. En ese tipo de referéndum, el voto del NO resultaría en mantener la constitución corriente.

Aquí la JIR argumenta contra la participación en un referéndum específico simplemente debido a que ambas partes están por constituciones burguesas. La JIR reconoce de palabra la creciente amenaza del bonapartismo pero rehúsa identificarlo como la cuestión esencial sobre la cual se tiene que tomar acción cuando el voto se plantea. Mientras que Trotsky mantenía que “debemos votar contra todas las medidas que fortalezcan al estado capitalista bonapartista,” la JIR reclama que debemos abstenernos de fortalecer al estado bonapartista debido a que el resultado todavía seria un estado burgués. Este argumento formalista encubre una conclusión oportunista: no enfrentarse directamente a Chávez, ni siquiera sobre este asunto.

De hecho, la derrota del referéndum debilito el poder de Chávez y, por lo tanto, fortaleció potencialmente la capacidad del movimiento obrero para luchar contra el mismo régimen de Chávez. El voto no fortaleció automáticamente la amenaza de un golpe derechista; ni siquiera le sumó cantidades significativas de nuevos reclutas a la oposición tradicional. Si los luchadores obreros hubiesen montado su propia oposición y organizado a sus compañeros trabajadores para que votasen activamente NO, el peligro del fortalecimiento del ala derechista hubiese sido aun menor.

La pasada primavera el régimen de Chávez revocó la licencia de la cadena televisiva RCTV, creando un aumento sustancial de oposición en la derecha tradicional junto al nuevo movimiento estudiantil clase- media. La mayoría de la izquierda, incluyendo a Chirino y la totalidad de la tendencia C-CURA, favoreció la movida de Chávez y le pidieron que avanzara aun más. Sobre este asunto, la JIR correctamente tomó posición contra las corrientes seudo-izquierdistas, declarando su oposición a la censura de un canal de televisión reaccionario, aunque la oposición al cierre era dominado por la derecha. Otra vez consultaron la obra literaria de Trotsky, buscando la esencia de la cuestión desde el punto de vista de la lucha de clases, sin alinearse con la alegada “ala izquierda” de la clase capitalista contra la “derecha”. Citaron en su prensa al artículo de Trotsky “Libertad de Prensa y la Clase Obrera” de sus Escritos (1937-38):

Como afirma León Trotsky en su brillante trabajo sobre La libertad de prensa y la clase obrera: ‘Tanto la experiencia histórica como teórica prueban que cualquier restricción de la democracia en la sociedad burguesa, es, en último análisis, invariablemente dirigida contra el proletariado, así como cualquier impuesto que se imponga recae sobre los hombros de la clase obrera. La democracia burguesa es útil para el proletariado sólo en cuanto le abre el camino al desarrollo de la lucha de clases. Consecuentemente, cualquier “dirigente” de la clase obrera que arma al gobierno burgués con medios especiales para controlar a la opinión pública en general y a la prensa en particular, es, precisamente, un traidor. En último análisis, la agudización de la lucha de clases obligará a las burguesías de cualquier tipo a llegar a un arreglo entre ellas mismas; aprobarán entonces leyes especiales, toda clase de medidas restrictivas, y toda clase de censuras “democráticas” contra la clase obrera. Quien todavía no haya comprendido esto, debe salirse de las filas de la clase obrera’.

Invitamos a los trabajadores y las trabajadoras y a los honestos militantes de la izquierda obrera, estudiantil, popular e intelectuales a leer este importante trabajo de Trotsky.

Regresando al 2004, antes que existiera formalmente la JIR como secciónal de la FT-CL, sus co-pensadores en la Fracción Trotskista internacionalmente tomaron la posición correcta de votar No contra el referéndum de revocación apoyado por el imperialismo que amenazaba con remover a Chávez de su puesto. Esto prueba para su crédito que no están a favor de la abstención en todos los referéndums burgueses como línea permanente y que son capaces de distinguir entre un referéndum y unas elecciones regulares. Era correcto en aquella situación formar bloque con los votantes a favor de Chávez. Aunque Chávez lo endosaba, la revocación era un ejercicio extraordinario e ilegitimo impuesto al pueblo venezolano por el imperialismo norteamericano. El resultado de una exitosa campaña de revocación no hubiese sido un cambio electoral normal en representación burguesa sino al contrario la apertura para cualquier tipo de golpe bajo pretensiones “democráticas”, y con apoyo norteamericano oculto”.

Como señalase en esos momentos la sección mexicana de la FT-CL, la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS), un voto contra el referéndum de revocación era un voto contra el imperialismo y no un endoso político a Chávez. En su artículo del 13 agosto 2004, la LTS declaró:

El liderato de Chávez solo es capaz de traerle la derrota y frustración a las masas venezolanas. Desafortunadamente, la mayoría de la izquierda capitula ante Chávez, otorgándole apoyo político mas o menos desvergonzadamente, que únicamente sirve para impedirle a la vanguardia proletaria reagruparse alrededor de una política obrera independiente,...Vote NO críticamente, un NO a la oposición y al imperialismo, que de ninguna manera significa un SI para Chávez.

Era igualmente correcto abstenerse durante las elecciones presidenciales de diciembre 2006, como hizo la JIR, y no otorgándole ningún apoyo político a ningún candidato burgués.

Si la tendencia FI-CL en el 2004 fue capaz de reconocer que un voto de NO en el referéndum de revocación no significaba un SI para Chávez, preguntamos porque no fueron capaces de reconocer que un voto de NO en el referéndum constitucional de diciembre 2007 tampoco era un SI para la constitución corriente. Es un descrédito enorme para ellos que adelantaron un argumento tan débil a favor de la abstención esta vez.

El oportunismo de izquierda y la oposición estudiantil

La única tendencia ultraizquierdista que conocemos en Venezuela que ha hecho un llamado a favor del voto del NO fue la morenista Unidad Socialista de los Trabajadores (UST), un pequeño grupo afiliado a la Liga Internacional de los Trabajadores (LIT). Hicieron un llamado a favor del voto del NO pero con una horrible justificación falsa de que era principalmente necesario, ¡intervenir en le movimiento estudiantil clase-media que se oponía al referéndum! Mientras que seria equivocado argumentar que la posición estudiantil es totalmente derechista y financiada por la CIA, es definitivamente un movimiento que reclama los derechos democráticos basados en la libre empresa y no tiene nada que ver con las metas del movimiento obrero y la lucha contra el imperialismo.

La mayoría de la izquierda, llámese marxista o bolivariana o ambas, todavía celebran a Chávez -- con todas sus criticas precisas sobre como se llevó acabo el referéndum. La mayoría de estos grupos no solamente no consideran que la lucha de la clase obrera sea centralmente decisiva; sino que más bien la ignoran virtualmente. Es por eso que la JIR, que en general se opone políticamente a Chávez y se dirige así misma centralmente hacia la clase obrera, merece más nuestra atención.

La derrota del referéndum indudablemente crea aperturas y alienta a la clase obrera a adelantar sus demandas. No ha dado como resultado un crecimiento inmediato de la derecha, por el contrario, ha demostrado a los trabajadores que son muchos los que comparten sus crecientes inquietudes sobre el régimen. Chávez reclamó convenientemente que el voto contra el referéndum demostraba que la clase trabajadora no estaba lista para el socialismo. Lo opuesto se acerca más a la realidad.

¡No a la intervención imperialista!
¡No a los ataques capitalistas contra los trabajadores y los pobres!
¡No a la intervención estatal contra las uniones!
¡Por la autodefensa armada de las masas obreras!
¡Re-crear la Cuarta Internacional!
¡La Revolución Socialista es la única solución!