Familias encerradas en centro de detención improvisado y congestionado en El Paso, Texas
Personas de todas partes están escandalizadas por las revelaciones de las condiciones bárbaras e inhumanas al cual someten a refugiados e inmigrantes indocumentados en el creciente archipiélago de campos de concentración administrados por el Departamento de Seguridad Patria (DHS, por sus siglas en inglés). Estas atrocidades solo aumentan las políticas feamente crueles y criminales de la presidencia de Trump que secuestran los hijos/as de los inmigrantes indocumentados y les niegan los derechos legales a los que buscan asilo.
¿Pero por más horripilante que sean estos abusos a nivel industrial, podrá cualquier persona reclamar que están sorprendido? Después de todo lo que ha dicho el repugnante presidente de este país sobre los inmigrantes indocumentados: “Estas no son personas, son animales.” Le ha perdonado los cargos criminales al comisario de Arizona Joe Arpaio relacionados a su notoria persecución de inmigrantes Latinos en ese estado, y les ha prometido a los guardias fronterizos perdonarle sus infracciones a la ley si rechazan en la frontera a los que buscan asilo. [1] Se ha jactado en sus discursos que ha tenido “ideas enfermizas” de como bregar con los refugiados e inmigrantes indocumentados. [2] Estas han sido las políticas que Trump ha prometido desde siempre. Eran de esperarse.
Sin embargo, lo que es genuinamente escandaloso para muchos, es al grado que los dirigentes del Partido Demócrata apoyan los peores crímenes de Trump.
Su traición debería haber sido clara a partir de su rechazo a iniciar una pesquisa de residenciamiento contra Trump a pesar de haber reconocido que había cometido múltiples ofensas que conllevan la residencia miento. ¡Hasta rechazaron citar legalmente las declaraciones de contribuciones de Trump durante los primeros seis meses cuando controlaban la Cámara de Representantes!
Pero la traición de los dirigentes Demócratas es ahora deslumbrantemente obvia luego de que se unieran a los Republicanos para ignorar los llamados de las Demócratas de izquierda en el Congreso – Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib – para refrenar los peores abusos de la DHS. En vez votaron para otorgarle nuevos fondos de miles de millones de dólares destinados a permitirle al DHS y a la Ejecución de Inmigración y Aduanas (ICE) a continuar su reinado de terror y tortura contra los refugiados e inmigrantes indocumentados.
Ilhan Omar justamente denuncio esta movida como un “voto para mantener a los niños enjaulados y aterrorizar a las comunidades de los inmigrantes.” El co-portavoz de la Camarilla Progresista de los Demócratas, Mark Pocan del estado de Wisconsin, denuncio a los Demócratas conservadores que estaban detrás de la movida, etiquetándolos precisamente como la “Camarilla de Abusos Infantiles.” [3] Y estas expresiones de ira gozan de un apoyo masivo en el país.
El rechazo de la dirección del Partido Demócrata a enfrentarse a Trump ha sido contra el sentimiento popular. El hecho de que su voto para financiar al DHS ha sido impopular con el electorado Demócrata se hizo evidente en el debate de los candidatos presidenciales que se llevó acabo el mismo día. Casi todos los candidatos expresaron su compromiso para descriminalizar a los inmigrantes indocumentados por lo cual recibieron un amplio apoyo entusiasta por estos compromisos. [4]
Las revelaciones sobre el abuso sistemático de los inmigrantes encarcelados han detonado una ola de protestas en los centros de detenciones y las oficinas de los políticos alrededor del país que goza de una amplia simpatía pública. Muy pocos se encuentran ilusionados que tales acciones concertadas lograran reformas significativas mientras no se refrene el bandidaje y las infracciones a la ley de Trump y los Republicanos. Pero no se ha perdido toda esperanza.
El Ogro Anaranjado de la Casa Blanca y sus seguidores racistas son ampliamente despreciados, y existe un sentido de urgencia amplio de que sus crímenes deberán ser detenidos. Rashida Tlaib exhibió ese sentido de urgencia cuando marco su elección al Congreso prometiendo “residenciar a ese hijo de puta!” Y es a favor de eso que debemos luchar.
El hecho de que la remoción del presidente mediante residenciamiento requiere del voto a favor de dos terceras partes del Senado controlado por los Republicanos comprensiblemente lleva a algunos a cuestionar si vale la pena la lucha por la residencia miento. Pero esto pasa por alto que la residencia miento es un proceso. Una investigación de residencia miento le daría a la mayoría Demócrata en la Cámara de Representantes el poder constitucional inequívoco para citar so pena de desacato documentos y testimonios de la administración Trump que tendrían un efecto devastador. Podría desenmascarar evidencia del estímulo de Trump del abuso criminal de los inmigrantes, su corrupción rampante, obstrucción de justicia en la investigación de Mueller, poner al descubierto su confabulación (sino conspiración en el sentido legal más estricto) con los esfuerzos del gobierno ruso para ayudar a Trump capturar a la Casa Blanca, y desenmascarar su campaña racista para asegurar el dominio permanente y no democrático de los Republicanos blancos.
Esto serviría de manera profunda a movilizar la opinión pública destinada a la expulsión de Trump, intensificando la presión contra los Republicanos en el Senado a que lo abandonen con la esperanza de salvar sus puestos. Por lo menos, pondría a Trump y a los Republicanos en la defensiva, vacilantes en continuar su comportamiento desenfrenado al aproximarse las elecciones del 2020, y el seguro debilitamiento dentro del mismo proceso electoral.
La alternativa consiste en esperar pasivamente mientras Trump moviliza desenfrenadamente el poder del gobierno federal no solo para profundizar la miseria de las victimas sino también para tratar de robarse otra elección más. Y esa es una alternativa que nadie debe considerar.
No existe hoy día una manera más efectiva para alcanzar la justicia para los inmigrantes y refugiados que la de cortarle la cabeza a la serpiente racista Republicana al residenciar a Trump. Y el presente levantamiento de protesta contra los monstruosos crímenes de Trump contra los inmigrantes y refugiados nos ofrece una propicia oportunidad para hacer cada día más llamamientos a los líderes Demócratas en el Congreso a que así lo hagan.
La oposición de los líderes Demócratas a la residencia miento se puede superar. Esta postura es, si cualquier cosa, más impopular que su voto a favor de la ley Republicana para otorgarle al DHS mas financiamiento. Pero va a requerir de protestas masivas en las calles para obligarlos a tomar acción.
La “Escuadra” de los Demócratas de izquierda en el Congreso – Ocasio-Cortez, Omar, Pressley y Tlaid que dirigieron la oposición a la traición de los inmigrantes de parte de los líderes Demócratas con el voto de financiamiento de la DHS se encuentran en la posición perfecta para liderar la vía, y tienen una buena razón en hacerlo. Después de la votación, Pelosi lanzo una serie de ataques contra ellas, reclamando ridículamente en una entrevista que ellas tienen poco apoyo fuera del Twitter. Pero si ellas solas hacen un llamado a marchar a Washington con el propósito de exigir la residencia miento de Trump, numerosas personas responderán al llamado.
Si la Escuadra hace tal llamado para tomar esa acción, eso sería un importante rompimiento de su modo de operar en tiempos recientes donde utilizaban pequeñas manifestaciones para apoyar su agenda legislativa; todo esto abraza un gran potencial hacia movilizaciones verdaderamente masivas. Esto a la vez lleva un gran retraso. Es escandaloso que desde la gran Marcha de las Mujeres contra la inauguración de Trump, no se haya dado otra gran movilización a pesar de los crecientes escándalos de Trump.
Los candidatos presidenciales Demócratas también deben exigirle que apoyen a tal marcha a Washington. Los que rehúsen hacerlo serán desenmascarados por su cobardía.
Y más importante aún, toda organización de movimiento social que es capaz de influenciar a los Demócratas – las organizaciones de derechos de inmigrantes, uniones sindicales, organizaciones de derechos civiles y especialmente organizaciones socialistas como los Socialistas Democráticos de América (DSA) – deberían exigirle que lo hagan. Y donde las direcciones de las organizaciones no tomen acción, sus miembros deberán organizar para obligar que se cumpla.
Es vitalmente importante reconocer como la lucha para residenciar a Trump puede ser decisiva para causas más amplias que la sola necesidad urgente de aliviar el sufrimiento de los inmigrantes indocumentados.
La oposición de los dirigentes congresistas Demócratas para residenciar a Trump está atado a su temor a la creciente popularidad entre el electorado Demócrata a favor de reformas radicales que amenazan los intereses de la clase dominante capitalista del país de multimillonarios financistas e industriales. Las políticas como el Medicare Para Todos, Un Nuevo Tratado Verde y el aumento masivo de impuestos a los ricos amenazan las riquezas obscenas del 1% que controlan a los políticos Republicanos y a la mayoría de los Demócratas. Como dijera famosamente Nancy Pelosi sobre el Partido Demócrata, “Somos capitalistas, y eso es lo que somos.” [5] Más aun, una oposición crecientemente vocal a las guerras imperialistas de EE. UU. en el extranjero y especialmente su apoyo a los peores crímenes de Israel contra los palestinos, amenaza con socavar el orden global dominado por EE. UU. que es indispensable para su saqueo capitalista imperialista.
Los congresistas Demócratas no desean residenciar a Trump debido a que desean que el temor a su reelección asuste al electorado Demócrata a no apoyar a un candidato presidencial de izquierda como Sanders. Argumentan estos que su candidatura sería muy arriesgada.
Manteniendo esto en mente, podemos ver como la insistencia de Nancy Pelosi que la residencia miento requiere de un acuerdo de los dos partidos políticos – los Demócratas y los Republicanos, y el mensaje de campaña electoral del Demócrata Joe Biden que va a cooperar con los Republicanos en el futuro en el mismo “espíritu civil” con el cual trabajo con los segregacionistas racistas en el pasado, consiste en una vista anticipada de como desean gobernar. Quieren utilizar la supuesta necesidad de cooperar con los Republicanos como su argumento que imposibilita las reformas radicales que aborden la inequidad de las riquezas y la emergencia del cambio climático. Y para lograr esto no deben agredir a los Republicanos mediante la residencia miento de Trump y la movilización de millones de personas con la promesa de reformas radicales que beneficien a la clase trabajadora, a los pobres y oprimidos que no hayan votado en el pasado.
Bajo esta luz, la movida de los dirigentes Demócratas en el Congreso de apoyar a los Republicanos al extender el financiamiento del reinado de terror del DHS contra los inmigrantes es un recordatorio urgente de lo que está en juego en la lucha por el residenciamiento. Administraciones previas Demócratas o han empeorado dramáticamente la represión de los inmigrantes y la opresión de la gente de color, o traicionan sus promesas de aliviar esas condiciones. Los Demócratas se han turnado con los Republicanos en el poder en Washington durante años en presidir sobre el deterioro continuado de los estándares de vida y los derechos de toda la clase trabajadora y los oprimidos, desmoralizando a los que los apoyan a la vez que le abren la vía a la toma del poder de Trump.
Donde Demócratas de izquierda como Sanders y la Escuadra están promoviendo los intereses de la clase trabajadora y los oprimidos, ameritan apoyo contra sus oponentes derechistas. Pero su proyecto de convertir al Partido Demócrata en un genuino representante de la clase trabajadora y los oprimidos, y para resolver los intereses de las masas mediante la reforma del sistema capitalista, eso es solo una vía sin salida. La solución de las crisis sociales y ambientales de la sociedad capitalista requiere de grandes levantamientos de luchas por masas crecientemente organizadas de la clase trabajadora y los oprimidos que culmine en el derrocamiento del dominio capitalista. Esto requiere de un partido socialista de la clase trabajadora que no se comprometa con los intereses capitalistas debido a que está comprometido con su derrocamiento. Y cada avance en las luchas en el presente puede ayudar a demostrar el camino de avance a esa solución revolucionaria.
1. theatlantic.com, “Trump’s Unpardonable Challenge to the Constitution” (theatlantic.com/ideas/archive/2019/04/a-clear-cut-take-care-violation/587101/).
2. usatoday.com, “Trump ramps up rhetoric on undocumented immigrants...” (usatoday.com/story/news/politics/2018/05/16/trump-immigrants-animals-mexico-democrats-sanctuary-cities/617252002/);
also “Trump: 'That Was My Sick Idea' ” (youtube.com/watch?v=9XBZ6QUOODU).
3. Ilhan Omar on Twitter, June 27, 2019, (twitter.com/IlhanMN/status/1144328009048047617);
also Rep. Mark Pocan on Twitter (twitter.com/repmarkpocan/status/1144324911583780864).
4. huffpost.com, “2020 Democrats Overwhelmingly Back Decriminalizing Border Crossings In Thursday Debate” (huffpost.com/entry/decriminalizing-border-crossing-democrats-2020_n_5d15884ee4b03d6116392906).
5. “Pelosi: Democrats are capitalists” (youtube.com/watch?v=MR65ZhO6LGA).