El Primero de Mayo, día de fiesta de la clase obrera internacional, comenzó en los EE.UU. hace más de 120 años con la lucha por el día de trabajo de 8 horas. La tradición fue reestablecida aquí en el 2006 mediante el movimiento de derechos de inmigrantes multidinario que culminó con las enormes protestas del Primero de Mayo de ese año. Desde entonces, sin embargo, las luchas de los inmigrantes, otros trabajadores y pueblos oprimidos se han retrasado. La necesidad de una resistencia obrera independiente, masiva y unificada no ha sido mayor que en el presente.
El Partido Republicano se destaca en alentar el racismo y proponer los ataques más escandalosos contra los derechos de los inmigrantes. Esto, sin embargo, no debe cegarnos ante las políticas de la administración Obama que victimiza directa e indirectamente a los inmigrantes y a la clase trabajadora en general. Obama ha cambiado la estrategia de inmigración federal de las redadas fabriles confrontacionales, pero ha aumentado los ataques que no logran mucha atención pública aunque han conducido a niveles altísimos de deportaciones de trabajadores indocumentados. (Vea Alto a la guerra capitalista contra los inmigrantes! ¡Amnistia incondicional para todos! para un trasfondo de la estrategia de Obama). Y al calor de la crisis económica, Obama también ha aumentado dramáticamente la política general de recortes y cesantías que impactan más fuertemente a trabajadores negros, Latinos y a la juventud. Debido a que el Partido Demócrata no es una alternativa a los Republicanos, los revolucionarios abogan por una estrategia alterna, que descansa sobre el poder de la clase trabajadora para luchar por sus propios intereses.
El sometimiento de las gentes negras y latinas es un aspecto clave del impulso capitalista para reducir los jornales y las condiciones de trabajo para todos los trabajadores, que ahora se focaliza en los ataques de los Demócratas como de los Republicanos contra los trabajadores del sector público. Los negros están desproporcionadamente más empleados en el sector público ya que enfrentan menos discriminación a la hora de contratación que en el sector privado. Los ataques contra los trabajadores del sector público, impulsados por la necesidad del gobierno para sufragar el multitrillonado rescate de Wall Street y sus guerras imperialistas, no solo le extrae mas riqueza a la clase trabajadora para los capitalistas sino que también empeora las condiciones de vida para la gente de color.
Existen serios obstáculos para sobreponerse por forjar la unidad obrera internacional e interracial. El sistema capitalista promueve el racismo, chovinismo nacional y otros venenos con el propósito de desviar a la clase trabajadora del entendimiento sobre quien es el verdadero enemigo y para prevenir que los trabajadores se unan para más efectivamente luchar. Ha habido muchos ejemplos de trabajadores que han sobrepasado las divisiones y se han unido en lucha. Pero ha habido muchas instancias donde negros, latinos y otras minorías nacionales, étnicas y religiosas se han visto obligados a defenderse sin mucha ayuda de los trabajadores blancos mejor renumerados – y en aislamiento los unos de los otros también. Sin embargo, una defensa unificada por encima de barreras raciales y nacionales es posible – en tanto el movimiento obrero entienda la necesidad de agruparse alrededor de las causas vitales de los más oprimidos.
El movimiento de los derechos inmigratorios del 2006 fue desviado hacia campañas electorales y una fe depositada en quien no se lo merecía. Esta desmovilización de protestas masivas le permitió a las fuerzas anti-inmigrantes fortalecerse y lograr un sinnúmero de victorias durante este ultimo año.
Por ejemplo, los Demócratas, junto a los líderes de muchas organizaciones de derechos inmigratorios y sindicatos, favorecían las propuestas de “reforma inmigratoria comprensiva”. Estas propuestas de reformas contenían muchas medidas peligrosas, tales como el aumentado del patrullaje fronterizo, que inevitablemente aumenta la cantidad de muertes o lesiones de los inmigrantes. Mientras tanto, la “vía a la ciudadanía” era muy limitada. Las demandas populares afavor de una amnistía total y derechos igualitarios para los inmigrantes fueron totalmente ignoradas. (Vea Alto a la guerra capitalista contra los inmigrantes! ¡Amnistia incondicional para todos! para un mejor trasfondo). Esta estrategia terriblemente comprometida y pasiva le permitió al derechista movimiento anti-inmigratorio activo y resuelto a asegurarse el éxito. Aun una propuesta “comprensiva” verdaderamente mala no tenía oportunidad de pasar las cámaras bajas contra la estridente oposición derechista.
De igual manera, los Demócratas liberales favorecían el “Dream Act”, una medida extremadamente peligrosa que convierte el servicio militar o los estudios universitarios – en un paso hacia la ciudadanía. Gran parte de la juventud inmigrante se verían obligados a entrar al servicio militar, y algunos políticos estaban esperanzados que de esta manera aumentarían la cantidad de reclutas a las disminuidas filas del ejercito imperialista americano. Pero esto también fue derrotado otra vez debido a que la Derecha no desea hacerle ningunas concesiones a los inmigrantes, ni aun para alentar a la juventud inmigrante a asesinar o ser asesinados en el extranjero.(Vea al No al “Acta DREAM” del Pentágono).
Hace dos años, los inmigrantes y muchos otros trabajadores y pobres estaban esperanzados que la nueva administración Obama traería bienvenidos cambios luego de los años de maltrato bajo Bush, con significativo progreso a sus vidas. Pero otra vez, el Partido Demócrata traicionó a sus seguidores obreros (y aun a los de la clase media). Ambos partidos están dedicados al servicio del sistema capitalista, aunque los Demócratas pretenden a menudo ser amigos de la clase trabajadora.
Todo gobierno capitalista se dedica a extraer ganancias tanto domésticamente como en el exterior. No fue casualidad que tanto Bush como Obama rescataron los grandes bancos y capitalistas que habían estrellado la economía. En el presente, los Demócratas y Republicanos continúan obligando a la clase trabajadora a pagar la crisis – con un creciente paro, rebajas de jornales y una creciente amenaza contra los planes de cuido medico, Seguro Social, y otros servicios vitales.
Por supuesto, la crisis económica capitalista mundial destruye empleos y aplasta los estándares de vida por todas partes. Al aumentar el paro en las naciones imperialistas, la situación en los países oprimidos se torna aun peor. El imperialismo ha desatado guerras y mantiene intervenciones militares en Irak, Afganistán, Libia, Costa de Marfil, Haití, etc. con el propósito de aterrorizar hasta someter a las masas.
La clase trabajadora es capaz de repeler los ataques capitalistas, y los socialistas revolucionarios combaten en cada lucha obrera para construir el movimiento más fuerte posible. Sostenemos que la única solución duradera consiste en deshacernos del capitalismo. La revolución socialista elevara a la clase trabajadora al poder y reemplazara el presente sistema basado en la ganancia privada con una sociedad de libertad y abundancia. Obramos para convencer a los trabajadores y a la juventud más militante, políticamente avanzada y de mente revolucionaria a unirse a nosotros para construir el partido revolucionario necesario para conducir a la clase trabajadora a lograr la revolución socialista.
El sistema capitalista internacional opera sometiendo a la superexplotación a cientos de millones de los países oprimidos. De esta manera millones de familias no son capaces de sobrevivir en sus países de origen y se ven obligados a emigrar a los países imperialistas para trabajar. La llegada de gente desde México a los EE.UU. es uno de los ejemplos mayores del mundo y durante la última década la llegada de gente de Centroamérica también ha sido muy significativa.
Una vez llegan, los capitalistas se aprovechan de sus desesperadas condiciones y los súper explotan. Los inmigrantes se ven obligados a tomar los trabajos mas duros con la peor paga, y se les niega los derechos que gozan los trabajadores del país que son ciudadanos. Debido a que no tienen estas protecciones es más arriesgado para ellos luchar por mejor paga y mejores condiciones de trabajo.
Sin embargo, las luchas de los trabajadores inmigrantes han sido extraordinarias. La expresión más masiva de lucha durante décadas se llevo acabo en el 2006 contra la viciosa legislación anti-inmigratoria en el Congreso y para demandar derechos igualitarios y una amnistía para todos los inmigrantes. Las marchas atrajeron a sobre un millón de personas en Los Ángeles, casi medio millón en Chicago, y Dallas, y a cientos de miles en varias otras ciudades. En algunas ciudades, la masividad de las protestas logró paralizar el comercio. Mientras se habló en el movimiento inmigratorio de la posibilidad de una huelga general, estas propuestas no tuvieron el apoyo de las organizaciones obreras de masas, los sindicatos. Como tampoco fueron creadas nuevas organizaciones independientes que conducirían la lucha hacia adelante. Por lo tanto, el potencial del movimiento de los trabajadores inmigrantes para ejercer su poderío y desatar una amplia lucha obrera unificada se perdió.
En la ausencia de una lucha obrera consecuente, la crisis económica ha azotado más fuertemente a los trabajadores inmigrantes. Los chovinistas anti-inmigratorios han explotado la crisis económica, tratando a los inmigrantes como chivos expiatorios, acusándolos a ellos directamente en vez de al sistema de la creciente cesantía de los trabajadores nativos.
Una de las razones del aumento de deportaciones bajo Obama se debe a su política gubernamental denominada “Comunidades Seguras”, un intensivo programa de deportaciones de alta tecnología bajo el cual todos los intervenidos o arrestados por la policía en los condados participantes le sacan huellas digitales automáticamente y son enviadas al Immigration and Customs Enforcement Unit (ICE-la Migra ampliada) para verificar si existen violaciones inmigratorias. Esta política abre la puerta a todo tipo de abusos. La información es enviada a ICE en el momento del arresto, y no en el momento de la convicción, con el propósito de que la ICE pueda tomar acción conducente a la deportación aun antes de que la gente sea capaz de montar una efectiva defensa contra los cargos nivelados en su contra. Los policías racistas están incentivados a utilizar cualquier pretexto para arrestar la gente que sospechen de indocumentados. Aun las victimas de violencia domestica que acudan a la policía han sido deportadas bajo este programa.
Obama se opuso a la notoria ley SB1070 del estado de Arizona, que alentaba el hostigamiento racial al permitirles a las autoridades policíacas a exigirle prueba de status legal a cualquiera “sospechoso” de indocumentado. Y ahora las cortes han derogado las peores cláusulas basándose en que le otorgan demasiado poder a las policías locales para llevar acabo tareas que le corresponden al Department of Homeland Security (DHS – Departamento de Seguridad Patria). Para los inmigrantes, por supuesto, ¡el problema clave no consiste si son las autoridades locales o las federales las que los hostiguen o deporten!
Obama y Janet Napolitano, la caudillo principal de la DHS, llevan acabo un doble juego: deportan a mas inmigrantes que el mismo Bush pero bajo el manto engañoso de que son mas humanistas y razonables. La Napolitano reclama que el propósito principal de las “Comunidades Seguras” consiste en focalizar en la deportación de los “criminales violentos”, pero a nivel nacional el 28% de los deportados por el programa no tenían convicciones criminales alguna y otros 32% fueron convictos apenas de alguna violación menor de tráfico u otra de poca importancia. De esta manera, este programa lleva acabo el tipo de hostigamiento y victimizacion que pretendió la ley SB1070. Este programa ya se ha extendido a 686 jurisdicciones en 33 estados y la DHS tiene como meta extenderlo nacionalmente ya para el año 2013. La oposición a las “Comunidades Seguras” debe ser parte fundamental de la lucha por finalizar todas las deportaciones.
Aun al las cortes suspender la ley SB1070 de Arizona, el estado sureño de Georgia aprobó su propia ley anti-inmigratoria calcando el modelo de Arizona. Esta y otras propuestas copiadas en una docena de otros estados demuestra que las derrotas legales ocasionales no serán capaces de ponerle un alto a los ataques racistas; solo la lucha de masas en la calle lo lograra.
Esta primavera, en marzo, una serie de propuestas inmigratoria fueron aprobadas en el estado occidental de Utah conocido como el “Plan Utah”. Muchos comentaristas del medio principal alabaron el plan como un gran adelanto sobre la ley SB1070 de Arizona. Pero esta legislación todavía le otorga a la policía el poder para oscultar el estatus inmigratorio de la gente. También le daría al estado de Utah el derecho a ofrecerles un estatus de dos años de duración como “trabajadores invitados” a los trabajadores indocumentados que residan en el estado. Esta, a todas luces, es una trampa muy peligrosa: alienta a los inmigrantes indocumentados a identificarse ante las autoridades y solicitarles entrada a tal programa. Pero pasado los dos años al terminar la exención, su estatus oficial como trabajadores de carácter temporero ya identificados les dejara más expuestos ante las autoridades para la deportación.
Este acercamiento de las autoridades esta diseñado para asegurarles a los patronos los trabajadores temporeros de baja paga que tanto buscan. A los trabajadores invitados se les niega la mayoría de los derechos que ya gozan los trabajadores en sus empleos, aun los derechos que oficialmente tienen por contrato bajo el programa pueden ser violados groseramente. Los trabajadores mexicanos ya han pasado por la experiencia del notorio programa de trabajadores invitados denominado “braceros” a partir del año 1940 hasta el 1960, bajo el cual los inmigrantes fueron brutalmente explotados y luego privados de sus compensaciones. Los simpatizantes de los derechos inmigratorios deben oponerse a la serie de leyes de Utah y todos los programas de trabajadores invitados, como también las leyes de tipo Arizona en Georgia y en todas partes.
Si el movimiento de derechos inmigratorios va a resucitar y convertirse en una fuerza de combate efectiva, deberá aprovechar oportunidades para unirse con sectores más amplios de trabajadores, especialmente con los trabajadores negros que han sido las principales victimas del racismo a través de la historia del país y que poseen una poderosa y militante tradición. Los trabajadores negros que ya entienden el esquema de dividir y conquistar de la clase dominante están ubicados perfectamente para luchar hasta lograr la acción unificada con otros trabajadores victimizados.
En el presente, los dos sectores se han mantenido divididos. Mientras que la hostilidad contra los negros y latinos por algunos trabajadores blancos y gente clase media es obvia, el sistema alienta hostilidades entre negros y latinos, también. Una agencia dedicada precisamente a esto es el Partido Demócrata, que a menudo asume postura de campeones de las gentes oprimidas en contraste con la Derecha Republicana abiertamente racista. Pero los Demócratas han descarrilado efectivamente muchas luchas por la igualdad y la justicia – enfrentando a diferentes grupos de oprimidos a pelear entre si por un pedazo de una torta en continua disminución. También debido a la crisis económica y a la perdida de millones de empleos, existe tanto una creciente competencia entre los trabajadores como por los servicios básicos y recursos entre las comunidades pobres. Esto puede tomar la forma de una competencia desesperada entre gente negra y Latina, especialmente entre juventud cuyas tasas de cesantías se han disparado dramáticamente. Existe hasta resentimientos entre los que han residido en los EE.UU. más tiempo.
La National Urban League (NUL-Liga Urbana Nacional) emitió recientemente su informe sobre el Estado de la América Negra para el 2011, y por segundo año corrido también ha analizado la data para la “América Hispana”. El Resumen Ejecutivo del informe indica que la gente negra e hispana se encuentra severamente en desventaja en términos generales comparados con la gente blanca, tanto económicamente como mediante otras formas de descriminacion social. (Vea en ingles en www.nul.org.) El informe establece que han ocurrido “importantes giros ... durante la recesion económica. Por ejemplo, mientras los índices de participacion de la fuerza laboral e ingresos muestran estancamiento, el empleo como fracción de la población y de propiedad de hogar reflejan reducciones. Las parámetros variables que muestran un aumento igualitario son – las cesantías y la no posesiona de seguros médicos – que apuntan hacia un empeoramiento de las condiciones para todos.”
En otras palabras, existe una decreciente brecha entre gentes negras e hispanas que están parados y sin seguros médicos y la proporción de gentes blancas cesanteados y sin seguros, pero solo debido a que las condiciones para los blancos empeoran, y no debido a que los negros y los latinos están logrando avances. Por lo tanto la data demuestra la continua lucha de las gentes de color – y la creciente base material para una lucha común con los trabajadores blancos que están en similares condiciones.
El movimiento de derechos inmigratorios se atrasó debido a su liderato y estrategia que favorecía al Partido Demócrata. Pero todavía existe el potencial para que el movimiento recuperar, si desarrolla un nuevo plan de batalla, uno que se base en el poder de la clase trabajadora para unificarse detrás de luchas masivas en vez de esperanzarse en la ayuda de falsos amigos en el Partido Demócrata.
El potencial de luchas obreras masivas en este país en el presente, como la necesidad para sobreponerse a la influencia de los dirigentes que favorecen al Partido Demócrata, ha sido comprobado al estallar las protestas contra los ataques sufridos por los sindicatos del sector publico en Madison, Wisconsin. Las protestas masivas condujeron a llamados a la huelga general contra los ataques. Pero de la misma manera que las protestas de los inmigrantes en el 2006 fueron descarriladas por los dirigentes de las organizaciones principales utilizando la consigna ¡Hoy Marchamos, Mañana Votamos! la protesta de Wisconsin fue desviada hacia estériles campañas electorales del Partido Demócrata, esta vez con el llamado !Sustituyan sus Piquetes por Literatura de Registracion Electoral!
Sin embargo, Madison demostró lo que nos espera en el futuro. El nivel de la lucha de clases en este país puede propagarse muy rapadamente y de pronto, los trabajadores inmigrantes como los negros tendrán una prominente participación en su dirigencia. Los trabajadores negros, latinos y blancos anti-racistas podrán destacarse en cambiar la conciencia de sus compañeros trabajadores al aumentar las luchas. Al mas trabajadores entender que la clase capitalista los ataca, estarán crecientemente mas receptivos al ver que los mismos capitalistas utilizan el chovinismo anti-inmigrante y el racismo para dividir y conquistar a todos los trabajadores.
El llamado a favor de la huelga general fue muy popular entre los trabajadores de Wisconsin. Como demostramos en nuestra declaración sobre Wisconsin, los dirigentes sindicales fallaron en no convocar a otros estamentos de la clase trabajadora al adelantar asuntos más amplios, tales como los recortes de servicios que tocan a todos los trabajadores y gente pobre. Los socialistas revolucionarios planteamos demandas tales como ¡Alto a Todas las Restricciones a la Inmigración y Completa Amnistía Ahora Mismo! ; ¡Alto a Todos los Ataques Racistas y Chovinistas! También, elevamos demandas como ¡Empleo para Todos! ¡Por un Programa de Obras Públicas! para resolver la crisis de cesantías y proveer servicios de calidad y la infraestructura que toda la sociedad necesita. Pero tales medidas, y muchas otras de la misma importancia, no podían ser alcanzadas entera y permanentemente mientras exista el capitalismo y el imperialismo.
Otro fenómeno importante en el ambiente político americano ha sido el señalamiento racial contra los musulmanes durante los años posteriores a los ataques del 11 de septiembre 2001 contra el Centro Mundial de Comercio. Desde ese momento los inmigrantes musulmanes han sido estereotipados como “terroristas” y han sido el blanco de detenciones y deportaciones. El año pasado, el ataque más prominente fue la campaña contra la mezquita en el bajo Manhattan, falsamente denominada como la “Mezquita del Centro de la Explosión”.
Recientemente las vistas senatoriales dirigidas por el Representante Peter King, jefe máximo del Comité de Seguridad Patria (Homeland Security Committee), alimentó la idea de que la totalidad de la población musulmana de EE.UU. debería ser tratada como sospechosos de simpatías al terrorismo. De igual manera que los latinos y negros han sido viciosamente estereotipados y tratados como chivos expiatorios de los males creados por la sociedad capitalista, los musulmanes son señalados como enemigos que amenazan la seguridad y buena vida de las familias americanas. Las campañas anti-inmigrantes y anti-musulmanas están obviamente interrelacionadas y deberán ser combatidas conjuntamente.
Mediante la experiencia de poderosas luchas, los trabajadores se darán cuenta que las victorias reales son posibles y también entenderán la necesidad de destruir la totalidad del sistema capitalista. Los trabajadores y la juventud mas políticamente consciente deberán unirse para construir el liderato nuevo del partido revolucionario de la clase trabajadora que será capaz de mostrar el camino de avance para lograr las demandas inmediatas de los trabajadores mientras crean conciencia de la necesidad de la revolución socialista. En este partido de vanguardia, trabajadores y juventud negra, latina e inmigrante tendrán un rol muy importante, dada su mayor experiencia y concientizacion de las maneras en cual el racismo y la exploración se combinan para sostener al sistema.
La lucha por la revolución socialista en los EE.UU. solo podrá ser exitosa sobre una escala internacional, y la lucha para derrocar su dominio también tendrá que ser internacional. Por lo tanto, los partidos obreros revolucionarios en cada país deberán unirse en una organización internacional. Abogamos por la recreación de la Cuarta Internacional de Trotsky, el partido mundial de la revolución socialista. Este Primero de Mayo, día festivo obrero en un año de creciente militancia obrera internacional, exhortamos a todos los que compartan nuestra perspectiva a unirse a nosotros en la lucha por un futuro socialista.