En este Primero de Mayo, el día festivo de la clase obrera internacional, la Liga por el Partido Revolucionario (LRP) se une con los compañeros trabajadores aquí en los Estados Unidos para protestar los ataques contra los trabajadores inmigrantes aquí en las entrañas del monstruo imperialista.
Los inmigrantes han vivido en un ambiente político de amenazas escaladas durante este pasado año. Temen un toque en la puerta o una redada en sus lugares de trabajo de los agentes policíacos de Aduanas y Inmigración (ICE) del gobierno federal – o una “parada rutinaria” de la policía local o estatal. De igual manera, el gobierno norteamericano se alardea de que ha deportado a más de un millón de inmigrantes en el año fiscal 2007, un cantidad muy alta. Y de la detención de inmigrantes árabe parlantes o sudasiáticos de aparentes antecedentes musulmanes, quienes desaparecen en las cárceles durante años bajo sospecha de “terrorismo”, ha continuado sin disminuir.
La guerra contra los inmigrantes en los EE.UU. refleja la profundización de la crisis imperialista mundialmente. La vida de las masas bajo el sistema imperialista se hace más desesperada. En las naciones oprimidas, los extraordinarios aumentos de precios de los alimentos llevan a muchos al hambre extrema – en Haití, Indonesia, Egipto, África sub-sahariana y Centroamerica. El imperialismo sólo le ofrece miseria a la humanidad.
Los trabajadores más “afortunados” de las naciones oprimidas todavía les quedan algo de comida en sus platos. Pero están por regla obligados a aceptar los salarios más escasos, mientras los imperialistas recogen el grueso de las ganancias. La explotación y las condiciones de vida que le impone el imperialismo a la gente son tan severas que millones se ven obligados a emigrar. Muchos terminan inmigrando a los EE.UU., y otros centros imperialistas – en busca de trabajo, sólo para sobrevivir y alimentar sus familias.
Nosotros de la Liga por el Partido Revolucionario (LRP) exponemos que la causa fundamental de la creciente miseria económica, tanto mundialmente como en los EE.UU. es el sistema capitalista imperialista. Es también la causa fundamental del repugnante racismo y chauvinismo nacional que se comete contra la gente de color y los inmigrantes.
En este año se darán las elecciones presidenciales. Para los dirigentes pro-capitalistas del movimiento, esto constituye más que suficiente razón para dedicarle grandes energías para empujar el voto – con la supuestamente grandiosa meta de elegir un presidente demócrata. La estrategia electoralista, con su énfasis en apoyar políticos demócratas, no ha funcionado durante los últimos dos años y ciertamente no funciona en el presente. Lo cierto es que únicamente la acción independiente de la clase obrera es capaz de conducir hacia una solución real contra los ataques a los inmigrantes.
Mientras los demócratas y republícanos en el Congreso se alinean detrás de la anti-inmigrante Acta para Asegurar a América a través de la Verificación y la Aplicación (SAVE), que levantará más cercas e vallas en la frontera con México, empleará más agentes fronterizos y aumentará los cateos de identificación a la hora de otorgar empleos. Miembros del caucus hispano congresional (CCH) en gran parte ni siquiera se oponen a estas medidas. El CCH junto a otros en el Congreso continúan hablando a favor de una “reforma comprensiva”. Sin embargo, bajo las actuales circunstancias, cualquier nuevo proyecto legal que se inventen está destinado a no superar al proyecto STRIVE del 2007 (Ver “¡A movilizar el poder de los trabajadores inmigrantes!” en este panfleto.)
Otro reciente e prominente ejemplo de una propuesta peligrosa que recibe apoyo es el denominado Acta DREAM (Desarrollo de Alivio y Educación para Menores Extranjeros) en el Congreso. El Acta DREAM es apoyada también por el caucus hispano congresional. Esta propuesta de ley se supone que asista a la juventud inmigrante al otorgarles residencia temporera a los poseedores de diploma de escuela secundaria o GED, y residencia permanente a aquellos que completen dos años universitarios. Pero muy pocos jóvenes inmigrantes son capaces de proporcionarse una carrera universitaria, y bajo el Acta DREAM no serán ni siquiera elegibles para ayudas educativas federales. El objetivo real del Acta DREAM no es la educación, sino la utilización de los inmigrantes como carne de cañón en las guerras imperialistas de Irak y Afganistán. El camino más realista de la propuesta de ley para alcanzar el estatus de residencia permanente es sirviendo dos años en él ejercito “voluntario” de los EE.UU.. Este engaño mortal fortalecerá el reclutamiento desproporcionado de jóvenes Latinos y Afro norteamericanos en él ejercito “voluntario” mediante presión económica.
De la misma manera, es el deber internacionalista de los trabajadores oponerse al imperialismo y buscar la unidad con los trabajadores y pueblos oprimidos a través de las fronteras nacionales. Esto significa oponerse a las invasiones imperialistas norteamericanas y oponerse al reclutamiento de soldados jóvenes, muchos de los cuales son inmigrantes, al ejército en el presente para asesinar obreros en Irak o Afganistán para beneficiar al imperialismo norteamericano.
La mayoría de los grupos de derechos inmigrantes pro-apitalistas mantienen que las propuestas de leyes como las actas DREAM y STRIVE son pasos de avanzada: en realidad son más pasos en retroceso. Estos políticos y dirigentes pro-capitalistas hacen gestos de disgusto hacia los revolucionarios por decir que debemos combatir todos los ataques contra los inmigrantes y otros trabajadores. “En el mundo real,” dicen ellos, “no se puede conseguir todo lo que uno desee el próximo día. Si conseguimos algo un poco beneficioso, eso es un comienzo” Los revolucionarios están de acuerdo. ¡Pero no es “realista” o beneficioso apoyar propuestas que son verdaderamente dañinas para los inmigrantes!
Los tres principales candidatos presidenciales, senadores Obama, McCain y Clinton, apoyan estas políticas. Mientras que Obama y Clinton han evadido las propuestas más abiertamente reaccionarias, todos votaron por el Acta de Reforma Inmigratoria Comprensiva del 2007 (CIRA), la “propuesta de compromiso” del verano pasado entre Bush y los Demócratas. La intención de la CIRA es apretar la seguridad fronteriza, modificar las visas de trabajo temporero y presionar a los patronos para que no empleen trabajadores indocumentados. La propuesta de ley sólo fracasó debido a que muchos representantes en el Congreso se oponen por principios a la idea de ofrecerle una promesa de ciudadanía a los trabajadores indocumentados, incluso si únicamente terminase beneficiando a una ínfima minoría. Votar por Obama o Clinton es un voto a favor de los enemigos de los trabajadores inmigrantes y de toda la clase obrera, aun si aparenta ser un “mal menor” comparado a McCain.
La razón por la cual muchos trabajadores inmigrantes en el presente aceptan la idea de acomodarse a la clase de políticos y leyes que los dirigentes “pro-inmigrantes” endosan se debe a que no ven una alternativa real. Las marchas masivas de inmigrantes del 2006 mostraron el potencial para que los trabajadores inmigrantes ejercieran su poder, y incluso para desatar una lucha de clases más amplia aquí en los EE.UU. Pero ese potencial todavía no se ha realizado –debido a direcciones pro-capitalistas engañosas de diferentes estirpes.
En el presente la clase obrera en los Estados Unidos luce débil y terriblemente dividida. Los mismos imperialistas que se benefician de la superexplotación que llevan a cabo en América Latina, Asia y África, hipócritamente se voltean y hacen chivos expiatorios a los inmigrantes en los EE.UU. por la crisis económica que se vive aquí. La meta consiste en desviar a los trabajadores nacidos en los EE.UU. de su enemigo real, su propia clase gobernante.
Esta es la vieja estrategia de divide-y-vencerás. La clase capitalista norteamericana siempre ha utilizado al racismo para mantener la gente de color sometida. Utilizan nociones falsas de superioridad norteamericana, por ejemplo, al chauvinismo nacional, para enfrentar a los trabajadores norteamericanos de todos los colores a los inmigrantes. Utilizan prejuicios anti-musulmanes para dividir a los trabajadores blancos, de color y Latinos de los trabajadores medio orientales y sudasiáticos. Existen demasiados ejemplos de esta clase de métodos de división-y-conquista en juego.
Existe únicamente una vía para parar el racismo, los ataques anti-inmigrantes y todos los otros padecimientos económicos y sociales—- la revolución socialista llevada acabo por la misma clase obrera. Al profundizarse la crisis económica, si la clase capitalista se mantiene en el poder, en los EE.UU., esto significará más perdida de trabajo, desahucios y inflación, más redadas policíacas contra los inmigrantes, más brutalidad policíaca contra la gente de color, y más guerras en el extranjero. La vida en las naciones oprimidas se va a convertir incluso más horrible. Tratar de convertir al sistema social existente más humano es una tarea imposible.
La clase trabajadora es capaz de alcanzar victorias temporeras bajo el capitalismo. Las marchas masivas de inmigrantes y las huelgas parciales de la primavera del 2006 que derrotaron la ley Sensenbrenner es un ejemplo. (Ver el artículo “Demócratas y republicanos, enemigos de los trabajadores inmigrantes” en este panfleto.) Pero finalmente son ellos o nosotros: ¿quien gobernará –- la clase capitalista, o la clase obrera, en alianza a todos los oprimidos?
Para que la revolución se haga posible debe ser sobrepasada una barrera fundamental. Los trabajadores deben aprender la necesidad de combatir todas las formas de racismo y chauvinismo nacional, la forma más vil del capitalismo para dividir a los trabajadores y oprimidos los unos contra otros. Al defenderse ellos mismos de la opresión racial y la negación de derechos igualitarios en esta sociedad, los trabajadores Latinos, de color, e inmigrantes pueden desplegar un rol fundamental para señalar la vía de avance para todos los trabajadores. Los revolucionarios proponemos una estrategia que defiende las demandas especiales de los oprimidos, y también defiende tales demandas como empleos para todos y viviendas gratuitas e decentes, cuidado de salud y educación gratuita para todos—- demostrando que las necesidades de todos los trabajadores puede ser avanzadas de forma unitaria, sin de ninguna manera suprimir la lucha contra el racismo y el chauvinismo nacional. Este accionar interracialista de unificación de la clase para oponerse a la opresión racial y luchar a favor de avances para toda la clase obrera es fundamental. La clase obrera deberá unificarse en lucha, a través de líneas raciales y nacionales, con el propósito de construir la supremamente necesaria defensa contra el sistema.
Mientras que la lucha de clases en los EE.UU. se encuentra en un punto bajo, las condiciones económicas y sociales inevitablemente provocaran más huelgas y luchas. La ola de terror contra inmigrantes en los EE.UU. ocurre precisamente en momentos cuando la situación para todos los trabajadores en el país empeora. Los bancos les quitan los domicilios y automóviles a los trabajadores en la medida que la crisis hipotecaria empeora. Aumenta el desempleo, los salarios se encuentran estancados, y el costo de los alimentos, la gasolina y otras necesidades se disparan vertiginosamente. Existe la base material para la unidad de clase, si se puede construir una dirección revolucionaria que sea capaz de proveer la vía de avance para las luchas de día a día y que a la vez también apunte hacia una solución real.
Los revolucionarios apoyan todas las luchas mientras continúan argumentando a favor de la máxima unidad dentro de la clase obrera, con el propósito de ejercer nuestro poder de clase e construir una defensa real de clase. Promovemos la idea de la huelga general contra todos los ataques capitalistas como la mejor vía para que la clase obrera pueda confrontar la guerra unilateral contra los inmigrantes, y de hecho contra todos los trabajadores en este país. Es únicamente cuando estas poderosas luchas se desarrollan, que será posible levantar e convertir en una realidad tales demandas como empleos para todos. Enfrentada con sublevaciones masivas, la clase dominante puede que ceda temporalmente ganancias reales a la clase obrera como lo hizo en el pasado.
Sin embargo la necesidad real de empleo garantizado para todos y una vida decente para todos realmente apuntan hacia la necesidad de una sociedad diferente, una sociedad socialista basada en la unidad y cooperación de los trabajadores.
Una revolución socialista de los trabajadores se apoderaría del poder estatal y remplazaría al estado capitalista con un estado obrero en vía al socialismo. La perspectiva socialista requiere no sólo de hacer la revolución en un país sino de tener una estrategia para propagar la revolución obrera internacionalmente. (Ver “Los trabajadores necesitamos la unidad internacional” en este panfleto.) La tarea de los trabajadores que entienden la necesidad de la revolución socialista consiste en agruparse junto a otros de igual pensamiento para mostrar la vía a seguir a sus compañeros trabajadores. Es decir, necesariamente deben formar un partido revolucionario internacionalista de los trabajadores, que este compuesto de trabajadores de vanguardia que luchen al lado de sus compañeros trabajadores con el propósito de fortalecer a la clase obrera y hacer comprensible la necesidad a favor de la revolución.
Esta es precisamente el completar esta tarea la razón de existencia de la Liga por el Partido Revolucionario (LRP). Nosotros instamos a todos los trabajadores comprometidos con la lucha contra el imperialismo y el capitalismo a unirse a nosotros en la construcción de este partido revolucionario, en los EE.UU., en México, y en todos los países alrededor del mundo.