El siguiente boletin fue distribuido por un simpatizante de la OCCI (Organización Comunista por la Cuarta Internacional) en San Juan, Puerto Rico, el 23 de octubre, en el Encuentro Nacional de Camioneros.


Los ataques capitalistas contra la clase trabajadora y como combatirlos

¡Un paro general nacional es necesario!
¡Juntos venceremos!

Durante un reciente programa radial de micrófono abierto difundido a todo el país, un simpatizante de la OCCI (Organización Comunista por la Cuarta Internacional) hizo un fuerte llamado a favor del paro general nacional para combatir contra una serie de recientes y increíbles ataques dirigidos contra la ya muy asediada clase trabajadora. El programa de radio se transmitió desde una asamblea publica de masas de Delegados Sindicales y Organizaciones Sociales, Comunitarias, Estudiantiles y Cívicas en San Juan convocada por el liderato sindical al poco tiempo de transcurrir la muy popular huelga de los camioneros.

No fue un mero accidente que los dirigentes sindicales reaccionaran tan negativamente a nuestra propuesta dirigida a unificar a la clase trabajadora en una acción de masas en defensa de sus intereses. Por ejemplo, Ricardo Santos, el izquierdista “mas prestigioso” allí y presidente de la UTIER interrumpió abruptamente a nuestro portavoz. Los burócratas sindicales no tienen una verdadera respuesta contra los crecientes ataques capitalistas y su deseo es prevenir una respuesta unida de masas combativa. Es necesario un nuevo liderato combativo.

El precio de la gasolina ha aumentado dramáticamente junto a los precios de otras mercancías y servicios esenciales como la comida, el agua y la luz, y los peajes. Durante los últimos diez años, la inflación ha erosionado constantemente a niveles sin precedentes el poder adquisitivo de la clase trabajadora. Ha aumentado un alarmante 64% mientras que los salarios han aumentado únicamente un 31%, de acuerdo a las cifras oficiales. El aumento inflacionario anual ha sido alrededor de 6% casi el doble del promedio nacional norteamericano. Esta tendencia inflacionaria ha empeorado durante el último año cuando la cifra alcanzo preocupantemente el 12% y en el renglón de alimentos solamente a 19%! Ahora con estos renovados ataques, el nivel de austeridad y miseria indudablemente aumentaran a niveles intolerables para la clase trabajadora y las masas oprimidas del país.

Moody’s y Standard & Poors, reflejando las necesidades parasitarias y imperialistas de Wall Street, han apretado su ya mortal agarre sobre el estándar de vida de la clase trabajadora con el proposito de aumentar sus ganancias. Los $30,000 millones al año de superganancias coloniales no satisface la insaciable necesidad de mas y mas ganancias del capitalismo. Su proposito es claramente la extracción de pago de la deuda publica que asciende a $20,000 millones que provocaría mas sufrimiento a niveles intolerables a nuestra clase. Como medio de presionar a favor del pago, estas instituciones financieras imperialistas han devaluado sus préstamos de bonos tipo A a B, iniciando una nueva ola de “ajustes” tipo FMI tercermundistas que han empeorado la presente crisis económica y política.

El gobierno de Puerto Rico anuncio de forma inmediata y sumisa los aumentos de precios, las reducciones de jornada y salarios para los trabajadores del gobierno central y los municipales, y prometen contratos extremadamente parcos para el resto en un país con un salario anual promedio de apenas $10,000.

La respuesta de los camioneros fue rápida y desafiante – paralizando los puertos, la distribución y recogido de gasolina y mercancías durante tres días – fundamentalmente paralizando toda generación de ganancias. Con esta acción demostraron la fuerza de nuestra clase cuando entra en movimiento contra la avaricia de ganancias de la clase dominante capitalista. El público se enfureció por la escasez pero se mostró jubilante sobre la muestra de fuerza contra los ataques capitalistas. Esto fue comprobado por las miles y miles de llamadas a las estaciones de radio.

Una ola de indignación e ira recorrió las fábricas, talleres, oficinas y hogares proletarios. El espíritu de las masas fue muy hostil contra el gobierno y la clase capitalista. Algunos sectores de la Izquierda se proclamaron a favor de que los ricos y poderosos pagasen por la crisis económica mientras que otros le hicieron llamados a los dirigentes sindicales para que convocaran acciones de masas contra estos ataques. Otros aun hacían llamados para que se aumentase la taza de contribuciones sobre los ingresos de los capitalistas ya que la clase trabajadora paga 35% de sus ingresos en contribuciones mientras que los bancos solamente pagan un 3%. Alarmados por estos llamados de protesta contra sus ganancias, la respuesta capitalista desafiante fue que cualquier aumento se lo pasarían directamente a los consumidores. El gobierno enfureció aun mas a las masas al pedir reducciones de jornada y salarios voluntarias o enfrentar reducciones obligatorias para enero del 2006.

La ira popular encontró su expresión en el lenguaje de las consignas anticapitalistas básicas. La verborrea con textos y retórica vacía de los curas y pastores – que se presencio durante la importante lucha contra la Marina en Vieques – afortunadamente no se dio. El gobernador y sus alicates capitalistas del patio y extranjeros que gustan proclamarse en la opinión publica como demócratas moderados y sólidos patriotas aplaudieron frenéticamente cuando la Guardia Nacional se lanzo a las calles a defender sus ganancias contra los camioneros huelguistas.

Los desesperadamente divididos dirigentes sindicales le deben sus posiciones de mando en sus sindicatos a su función de atar la venta de la fuerza de trabajo de los trabajadores a la sobrevivencia del capitalismo y al mantenimiento de sus ganancias. Hablan mucha baba pero en las esfera de luchas económicas, políticas, y militares son derrotistas. Estos dirigen a decenas de miles de trabajadores organizados cuyo trabajo produce ganancias y que poseen un enorme fuerza y poder en potencia. Sin embargo, constantemente inventan nuevos métodos para evitar acciones de masas organizadas, incluyendo maneras de desviar apoyo de las masas trabajadoras a la reciente huelga de los camioneros. Sobre todo hicieron todo lo posible para evitar la transformación de la huelga al muy necesario paro nacional para derrotar la guerra imperialista de Wall Street contra la clase trabajadora, aquí y ahora.

Ricardo Santos, el gran izquierdista, declaro que la única manera razonable para luchar contra la profunda crisis económica y los ataques consistía en participar en comités de dialogo obrero patronales y la identificación de mas recaudos para el fisco gubernamental mediante comités “técnicos”. En resumen, hizo un llamado a abandonar la acción de masas de la clase trabajadora – la única manera que siempre nos ha permitido alcanzar nuestros logros. Dada la profunda crisis económica y política que azota al capitalismo en general y al norteamericano en particular, tomar la vía autodestructiva de la colaboración de clases es particularmente desastroso. Ricardo Santos despachó nuestros llamados a favor del paro general nacional como “ridículo y absurdo”. Cuando tenemos el poder para parar las ganancias extorsionistas de Wall Street y defender lo poco que todavía nos queda y nuestros “prestigiosos dirigentes” sindicales con sus altos salarios y privilegios, no nos permiten hacerlo entonces eso no es absurdo sino traición!

Para llevar acabo un paro general nacional tenemos que luchar contra los presentes burócratas sindicales y sus simpatizantes seudo izquierdistas que hablan mucho pero no hacen nada. Los trabajadores combativos de convicción socialista son vitales para ayudar a dirigir esa lucha y no pueden permitir que los dirijan engañosamente. Por ejemplo, El Frente Socialista escribio en su revista mensual de agosto “Alternativa Socialista” en un tono combativo:

“Los trabajadores tenemos que mantener una lucha permanente frente la ofensiva patronal, lo cual debe manifestarse en movilizaciones, piquetes, y todo tipo de acciones dirigidas a demostrar en toda su capacidad la gran fuerza del pueblo trabajador unido. No se debe descartar ningún tipo de acción. Debemos desarrollar estrategias de lucha superior a las que hemos llevado acabo en el pasado.”

Pero cuando el Frente Socialista tuvo la oportunidad de proponerle directamente estas “formas superiores de lucha” a la clase trabajadora organizada – se mantuvieron callados como una tumba sellada. En la Asamblea de Delegados Sindicales, Sociales, Comunitarios, Estudiantiles y Cívicos que nos referimos anteriormente, ni un solo miembro del Frente Socialista se paró y propuso la “acción de masas” o “formas superiores de lucha”. Esta acción se contrasta a la de un simpatizante de la OCCI que se levantó y argumentó y propuso decididamente a la clase trabajadora organizada presente y escuchando por la radio a través del país la necesidad imperiosa de lanzarse al paro general nacional.

Decimos enérgicamente que como resultado de nuestra dividida y paralizada clase trabajadora organizada que tiene como causal las maquinaciones de sus dirigentes burocráticos pro-capitalistas, es imperativo que se construya una nueva dirección combativa. A la par de combatientes trabajadores (as) en tal lucha por la construcción de una nueva dirección – comprometida con la acción de masas unificada – los trabajadores auténticamente marxistas argumentamos a favor de la idea de que tal dirección debería ser la del partido obrero revolucionario. En nuestra opinión, para triunfar, nuestra clase deberá comenzar a construir ese nuevo núcleo ahora. Es únicamente esta dirección que no tiene ningún compromiso con en el mantenimiento del sistema de explotación la que podrá luchar exitosamente contra los crecientes ataques capitalistas.