El siguiente artículo es del Nro. 70 de Proletarian Revolution (primavera de 2004).


Defensa a los matrimonios gay

El derecho a casarse de los gays y lesbianas se mueve a la línea de delantera en la larga lucha a favor de los derechos gay. El carácter crecientemente reaccionario de nuestra clase dominante (clase dominante norteamericana), y su creciente defensa de las instituciones sociales y religiosas conservadoras, dictan una confrontación decidida. Secciones derechistas de la burguesía, afectada por la subyacente crisis que se devora alrededor del mundo al capitalismo, focalizan en lo que interpretan como la degeneración moral del viejo orden. Estos, y sus seguidores tradicionales y relogiosos dentro de la pequeña burguesia y sectores más atrasados de la clase trabajadora temen y estan intensamente disgustados con los matrimonios gay, que ven como una amenaza a los “valores familiares” y hasta a la misma familia. La agitación de la superstición patriótica y religiosa dentro de las masas es clave para manifestar su legitimidad, y la homofobia constituye un arma inevitable en su arsenal.

El problema no consiste solamente con los abiertamente reaccionarios. Hasta la corte judicial suprema del estado de Massachusetts, en una decisión largamente tardía, que mantiene que alternativas débiles como las “uniones civiles” para parejas del mismo sexo no se aprobarán contra las limitacinoes impuestas por la constitución: “la separación es escasamente, si alguna vez posible, equitativa”, declaró la corte, haciéndole eco a la corte suprema norteamericana desde hace medio siglo sobre la segregación escolar. Pero políticos liberales y populistas de nombre como los candidatos del Partido Demócrata John Kerry y John Edwards han abrazado cobardemente la evasión de la “uniones civiles” que hasta el mismo George W. Bush aceptaría.

Hasta que los gays tengan el derecho legal para casarse, su igualdad ante la ley es una mentira, sin importar otros arreglos maritales livianos conjurados por los resbalosos partidos populistas. Como marxistas, no le tenemos mucho amor a la institución represiva e hipócrita del matrimonio: constituye un apoyo para un sistema que no solamente explota nuestro trabajo pero tambien intenta corrompir el amor y todos los otros sentimientos humanos decentes sobre el altar de las ganancias. Las relaciones íntimas humanas en un mejor mundo no necesitarón la aprobación de los parásitos de las iglesias y estados que nos plagan hoy día. Sin embargo reconocemos que mucha gente actualmente no ven otra alternativa, y necesitan la garantía personal y las protecciones legales y económicas conseguidas por el matrimonio. Tienen el derecho perfecto para seleccionar de esa manera al matrimonio.

En la lucha a favor del derecho al matrimonio gay, nosotros los marxistas enfatizamos las raices de sociedad y de clases de los ataques. Señalamos que los derechos gay no podrán avanzar en una nación donde todos los logros alcanzados por los trabajadores, gente negra, y latina, e inmigrantes se pierden. La lucha para defender y hacer avanzar los derechos de los gays esta vinculada de igual manera a la necesidad de defenderse del presente ataque al los derechos a la privacidad, el derecho a seguir las creencias musulmanas y el derecho a protestar contra el imperialismo norteamericano. Todos estos eventos estan expuestos al peligro debido a la verborrea patriotica y chovinista.

A esos dirigentes gay que proclaman que su apego a los derechos de matrimonio es un medio para demostrar que los gays tambien son defensores de la familia burguesa y a las glorias de los EE.UU. y que esperan que los políticos del Partido Demócrata le otorguen derechos – dirigen la lucha hacia un lugar sin salida o potencialmente peligroso.

Sobre todo, intentamos convencer a nuestros compañeros(as) luchadores(as) que la única manera verdadera para lograr y defender la liberación gay es solo mediante la revolución socialista de los trabajadores y la derrota del capitalismo que la idiotez social anticuada que actualmente domina nuestras vidas e invade nuestras habitaciones.