El Vicepresidente Joe Biden aclamó el plan de estímulos del Presidente Obama cuando habló en la reapertura de una pequeña fábrica en Chicago el 27 de abril. Junto a políticos Demócratas de Illinois, aplaudió el re-empleo eventual de sobre 250 trabajadores en la planta Materiales Serios como un ejemplo del “mejor resultado al menor costo” que la administración era capaz de proveer. Lo que no se mencionó en esa ceremonia de auto adulación es que la administración simultáneamente negociaba el achicamiento de la industria automotriz de EE.UU. que costará sobre 100,00 empleos directos mientras la crisis económica es responsable de sobre 100,000 empleos mensualmente.
La celebración de Chicago se llevó acabo en una planta que había escenificado una inspiradora lucha de clases el diciembre anterior, cuando se conocía como Ventanas y Puertas Republic. Los dueños de la fabrica tenían resuelto cerrar la fabrica sindicalizada de Chicago con el propósito de llevarse la producción a una planta no sindicalizada en Iowa donde los salarios y beneficios serian drásticamente mas bajos. Los trabajadores habían visto llevarse maquinaria de la fábrica y luego la patronal le advirtió que iban a cerrar la fabrica, que se perderían todos sus empleos y que no recibirían la paga de vacaciones y despidos que se le debían y la cobertura de sus planes de salud.
Como respuesta, los trabajadores, dirigidos por la United Electrical Workers (UE – Hermandad de Trabajadores Eléctricos) Local 1110, votaron por unanimidad ocupar la fabrica como seguridad para recibir la paga que se le debía. Al mantener la fabrica como rehén le imposibilitaron a la patronal seguir removiendo la maquinaria y desenmascararon el plan de la destrucción del gremio. Sus valientes acciones inspiraron un amplio apoyo y en el plazo de una semana los bancos y la patronal se vieron obligados a aceptar sus demandas de indemnización de su paga y la cobertura de sus planes de salud.
En unos tiempos como estos donde huelguistas han encarado multas y cárcel (y hasta deportaciones en el caso de los trabajadores indocumentados), los trabajadores de Republic lograron tomar acciones contra la patronal en abierta violaciones legales sin sanciones y persecuciones legales. Su lucha fue una respuesta excepcional a la creciente ola de ataques contra los empleos, salarios y condiciones de vida y desató una amplia discusión sobre como responder a los ataques capitalistas – no únicamente en los EE.UU. sino internacionalmente. En el presente mundo de economías interconectadas y crisis entrelazadas, los trabajadores son capaces de aprender rápidamente de las luchas obreras en otros países. Existe un interés especialmente vivo sobre los eventos del centro imperialista de América, y por fin salen buenas noticias de aquí.
Las ocupaciones fabriles jugaron un rol clave en la construcción de gremios industriales en este país durante la depresión de los años 30. Sin embargo, tales tácticas militantes no se habían visto durante décadas desde que los burócratas pro-capitalistas que dominan al movimiento obrero se habian comprometido durante largo tiempo a la cooperación con la patronal. Para evitar luchas organizativas, los burócratas promueven tácticas para mantenerse en control, limitando las acciones obreras a protestas pasivas y protegiendo de las amenazas a las ganancias capitalistas.
Muy específicamente, la burocracia gremial predica la dependencia en el sistema legal y del cabildeo y voto por los políticos capitalistas (mayormente del Partido Demócrata) quienes han denominado los “amigos de los trabajadores”. El resultado ha sido derrota tras derrota y el terrible debilitamiento del movimiento obrero.
Bajo este contexto, la ocupación de la fabrica Republic Windows and Doors fue una brisa fresca de aire, vista correctamente como una señal que los trabajadores pueden luchar contra los ataques de la patronal. Después de todo, si los trabajadores de la Republic hubiesen ido a las cortes para buscar lo que se les debía, el asunto se hubiese retrasado durante meses o años con poca probabilidad de que le hubiesen otorgado justicia. En ese sentido, la lucha fue un éxito real.
Mientras que los trabajadores de la Republic desplegaron un tremendo coraje, valentía y un espíritu combativo, la estrategia de su dirección tenía limitaciones muy serias. El problema principal consistía en que la ocupación no tenía como su meta declarada mantener la fábrica abierta y salvar los empleos de los trabajadores. Al finalizar la ocupación, la fábrica se mantuvo cerrada y los trabajadores se mantuvieron cesanteados. Subsiguientemente, Materiales Serios, una compañía “verde”, compró la fábrica cerrada, logró un acuerdo con el gremio de la UE y el Local 1110 y prometieron a la totalidad de los 250 trabajadores despedidos que para finales de junio (a pesar de que la fecha parece que se ha retrasado) tendrían de nuevo sus empleos. Esto ha sido un gran éxito para los trabajadores que retomaran sus viejos empleos, pero la conversión Republic/Serious no es un modelo para luchar contra el desempleo o los amplios ataques contra los derechos y los estándares de vida de la clase obrera.
Por otra parte, existen signos que Serious Materials no es el patrono benévolo que se habia propagandizado. De acuerdo a informes, la nueva patronal aceptó el viejo convenio colectivo únicamente con algunos cambios: se sacrificaron los días de fiestas y el acostumbrado convenio de tres años se cambio a cuatro años. En otra planta adquirida por Serious Materials, la fabrica Kensington cerca de Pittsburgh, la compañía se rehusó a reconocer al gremio obrero.
El acuerdo de comprar la Republic Windows fue un éxito de suerte no solamente para los trabajadores sino también para le Partido Demócrata, cuyos políticos se han comprometido engañosamente con promesas de una renovada producción y la recuperación de empleos. Provee un argumento no únicamente que el capitalismo tiene las respuestas a las crisis económicas y la miseria obrera, sino que estas respuestas pueden surgir lo mas posible a partir de los esfuerzos de capitalistas privados y no por las tomas del gobierno.
Si lo mejor que puede lograr la clase obrera, aun mediante la lucha mas militante en años, es un pagares temporero camino a la cesantía y un éxito muy afortunado para los re-empleados por los nuevos inversionistas, entonces la perspectiva de los trabajadores es de verdad muy sombría. Pero la clase obrera puede lograr cosas mejores. Es posible que los trabajadores luchen y salven sus empleos, aun encarando la bancarrota de sus patronos. Pero para llevar acabo ese esfuerzo, los trabajadores necesitan una dirección con una estrategia que pueda conducir las luchas hacia adelante bajo condiciones de crisis económica cuando las tácticas gremiales tradicionales de presionar a favor de concesiones no pueden ser exitosas ya que la patronal simplemente no es capaz costearlas.
Para estar seguros, la dirección UE demostró más creatividad y propensidad a la resistencia que los burócratas gremiales tradicionales. Pero no podemos juzgar su estrategia por ese estándar lamentable. En vez debemos juzgarlo desde el punto de vista de lo que es posible y necesario. El gremio podía haber expandido la lucha a otros trabajadores encarando despidos y podía haber retado al resto del movimiento obrero a luchar a favor de la nacionalización de Republic y de todas las empresas fallidas y rompe gremios. Con tal llamado se podía mostrar la vía a seguir hacia delante a millones de trabajadores, al ser amenazados por la crisis económica – a cientos de miles de trabajadores – a las filas del desempleo cada mes. Fue fundamentalmente un temor de tal movimiento que empujo a los políticos Demócratas, como el congresista Luis Gutiérrez y al presidente electo Obama, obligaron al Banco de América a financiar las demandas salariales y de esta manera finalizar la lucha.
Al desatarse la crisis financiera el año pasado, los capitalistas en desesperación exigieron ayudas económicas del gobierno y del estado. Los trabajadores le han prestado una atención muy cercana a todo esto, con más gente preguntando que hará el gobierno para salvar sus empleos, ingresos y domicilios. Están en lo acertado en hacerlo, y la resistencia como la de la ocupación de la Republic puede agudizar este cuestionamiento hasta lograr demandas apoyadas por poderosas luchas. La vía hacia delante para trabajadores que encaran cesantías en compañías que reclaman estar en bancarrota como la Republic es demandarle al gobierno que salve sus trabajos y el potencial productivo de la fábrica al tomarlas y mantenerlas en producción.
Es posible que las luchas obreras logren tales demandas a favor de la nacionalización para salvar empleos e industrias enteras. Pero a pesar de estas ser luchas victoriosas de por si, la nacionalización misma en lo máximo seria una acuerdo a corto plazo para lograr la necesidad de salvar los empleos de los trabajadores. Las fábricas nacionalizadas funcionarían todavía como parte del sistema de ganancias capitalistas rompecuellos, regulado por un gobierno capitalista que siempre busca oportunidades para avanzar los intereses de los capitalistas contra los trabajadores. Sin embargo, la lucha a favor de la nacionalización les presentaría a los trabajadores con la oportunidad, basada en su propia experiencia de lucha, a aprender cual es el carácter de clase del gobierno. Más y más trabajadores podrán concluir que sin una revolución que lleve a la clase trabajadora al poder, el potencial de la industria nacionalizada para lograr una producción planificada para satisfacer los intereses de las amplias masas de gente seria saboteado por el poder gubernamental dedicado a satisfacer los intereses de las ganancias capitalistas excesivas.
Tal lucha significaría no solamente una lucha contra la patronal y los bancos capitalistas sino una lucha también contra los políticos capitalistas. Pero como todos los oficiales gremiales, los principales dirigentes de la UE abrazaron el trabajo dentro de los limites capitalistas y rehúsan romper sus relacionas amistosas con el Partido Demócrata. En este caso, detrás de puertas cerradas ellos sugirieron a sus “amigos” del Partido Demócrata que el gobierno utilizara leyes de dominio eminente para apropiarse de la fabrica. Cuando los políticos rehusaron, la dirección de la UE se retiró de forma cortes y continuaron promoviendo la mentira de que los Demócratas eran los salvadores y grandes amigos de los trabajadores. Guitierrez, Biden, Obama fueron capaces de salir bien con su barato apoyo a las demandas de la ocupación y su celebración de la compra de Serious Materials – y continuaron con su asalto al resto de la clase trabajadora.
Por supuesto, no existe ninguna garantía que la campaña para nacionalizar a Republic Windows podía haber salvado los empleos de los trabajadores o echar a caminar una lucha mas amplia. Pero un esfuerzo de la UE para diseminar la lucha y hacer un llamado a favor de la nacionalización hubiese por lo menos mostrado la vía hacia delante para toda la clase obrera. Por el contrario, el ejemplo inspirador de la ocupación de Republic fue comprometido por la sugerencia pública de la dirección de la UE que no había esperanza fuera de encontrar un nuevo dueño capitalista. En este caso surgió uno, que provee la apariencia de éxito de la estrategia gremial.
Republic Windows es parte de un subsector industrial donde un capitalista “verde” alterno, tomando ventaja de unos nuevos programas gubernamentales específicos de financiamiento alentando la compra de ventanas más energía eficiente, puede ser encontrado. Mientras pueda esperarse algún crecimiento de la producción en el futuro, esta no va a compensar la perdida masiva de empleos industriales que se han llevado acabo durante años. Es mucho más realista esperar que el capitalismo convertirá únicamente una fracción de la industria que le queda para fabricar los nuevos productos.
En las postrimerías de la ocupación y el acuerdo, el gremio organizo una gira de varias ciudades de oficiales gremiales y dirigentes huelguistas. Esta hubiese sido, de veras, un buen vehículo para diseminar inspiración y militancia, y posiblemente levantar la moral de algunos activistas. Pero también tuvo el efecto de reforzar la estrategia que utilizo el gremio con todos sus problemas, desatando otra ronda de “redes sociales” entre reformistas laborales y animadores izquierdistas que no han logrado nada durante muchos años.
Tampoco existe evidencia que la dirección gremial ha abandonado su estrategia pro-Partido Demócrata o propuesto algún aumento en resistencia militante a los ataques de la patronal. La UE, en un comunicado noticioso del 26 de febrero, anunció que “Nuestros miembros están listos para retornar a sus trabajos y construir ventanas verdes de alta eficiencia energética para Serious Materials. Estamos listos para trabajar en conjunto para crear empleos verdes a salarios competentes”. Mientras que por otro lado una dirección revolucionaria gremial que negociara con una nueva patronal en circunstancias similares, esclarecería ante los trabajadores que ambos lados eran enemigos mortales, y no una gran y feliz familia. Los oficiales de la UE comenzaron rompiendo la colaboración con los siniestros patronos de la Republic pero no con los Demócratas, y terminaron colaborando con los nuevos y “amables” patronos de Serious Materials.
La dirección de la UE no esta sola en su cobertura del fracaso de su lucha a favor de una real respuesta a la crisis de los cierres de fábricas y cesantías. Algunos “radicales” gremiales y grupos socialistas involucrados en la lucha y la subsiguiente actividad también evitaron los problemas y no levantaron ninguna perspectiva como alternativa para luchar contra las cesantías. Por ejemplo, la revista Labor Notes produjo dos artículos cubriendo la ocupación de Republic que ni mencionaron que el acuerdo no decía nada acerca de salvar los empleos de los trabajadores. De igual manera, la Organización Socialista Internacional (OSI), que tiene su centro en Chicago, en un articulo de amplia circulación aclamaron la “victoria” de Republic Windows pero de igual manera no mencionaron que los trabajadores iban a perder sus empleos. Estos grupos no desean criticar abiertamente a oficiales gremiales (en la medida en que tengan un problema con la estrategia perseguida) pero entonces simplemente hacen desaparecer los problemas.
Algunos sindicalistas de izquierdisda han propuesto los siguientes ejemplos de cooperativas obreras en Argentina. La patronal abandono allí una serie de fábricas que los trabajadores entonces ocuparon, especialmente posterior a una severa caída económica que condujo a un levantamiento en el 2001. A veces los trabajadores se ven obligados a luchar heroicamente para mantener sus ocupaciones contra los violentos ataques de los matones de la patronal y la policía. (Vea por ejemplo la declaración de la LRP del 2003, “Defend the Brukman Factory Workers,” [traducción en español: “Defendamos los trabajadores de la Fábrica Brukman y sus partidarios”]). Estas ocupaciones de largo término retan los derechos propietarios y demuestran plenamente la capacidad obrera para correr la producción sin los tradicionales patronos.
Favorecemos las ocupaciones como una táctica militante y necesaria contra el cierre de fábricas, pero como meta generalmente argumentamos a favor de una lucha por la nacionalización de industrias enteras. Planteamos la nacionalización con el propósito de proteger los empleos de los trabajadores y para levantar la necesidad de un gobierno preparado para implementar un plan económico para la producción y distribución a los intereses de la clase trabajadora y los pobres. No creemos que la nacionalización bajo el capitalismo es una cura para todo, pero una lucha a favor de la nacionalización señalaría hacia la dirección correcta y también fortalecería la unidad de la clase trabajadora. Por otro lado, las cooperativas tienden con el tiempo a funcionar como una forma de pequeño negocio. A menudo son obligadas a sobre competir contra compañías mucho mas grandes al producir por menos – que significa que profundizan su propia explotación. De otros modos generalmente pierden la competencia y se van a la bancarrota.
También existe una tendencia para que los trabajadores en cooperativas se divorcien de los batallones más grandes de la clase obrera, al enfrentar problemas diferentes y perspectivas de autoempleo. Aunque estemos en desacuerdo con la perspectiva de las cooperativas, defendemos el derecho de los trabajadores a mantener una cooperativa contra los ataques del gobierno destinados a reafirmar los derechos de propiedad privada de los patronos tradicionales.
El gobierno argentino ha llegado a tolerar a la totalidad del pequeño movimiento cooperativo ya que no representa ninguna amenaza decisiva al sistema. Las cooperativas no son la respuesta para millones que encaran la cesantía, pero han distraído a algunos trabajadores militantes de la lucha mayor. No ofrecen ninguna solución económica masiva, dado la sociedad capitalista global del presente. Existen algunos trabajadores en Argentina, Venezuela, y de otros lugares, que están claros sobre esto, y en vez luchan a favor de la nacionalización. Vea nuestro articulo “Venezuela: Chávez vs. Working Class” en Proletarian Revolution No. 80, para una cobertura de la lucha obrera en la planta Sanitarios Maracay en el estado de Aragua de Venezuela (traducción en español: “Venezuela: Chávez vs. la Clase Obrera”).
La crisis laboral no desaparecerá. Los capitalistas y sus políticos son responsables de la presente crisis económica y tratan que la clase trabajadora pague por ella. La lucha en Republic Windows fue un temprano ejemplo del tipo de lucha militante que inevitablemente surgirá en el periodo venidero. Nosotros los de la League for the Revolutionary Party decimos firmemente que la clase trabajadora necesita de una combativa lucha de la misma magnitud de los ataques patronales. Entre las demandas mas relevantes están ¡Trabajo para todos!, ¡A favor de un programa masivo de obras publicas!, y ¡Por la nacionalización de los bancos e industrias fallidas! La mayoría de los trabajadores en el presente no están de acuerdo con estas demandas. Pero en un futuro cercano, mas trabajadores se verán obligados a buscar maneras para luchar, y la inactividad de decenios de la clase obrera de los EE.UU. cambiara. El curso de las luchas venideras demostrara que es lo necesario para lograr lo que necesitan los trabajadores y los pobres para alcanzar una vida decente ahora y durante las generaciones venideras.
Las demandas que adelantamos para la lucha están diseñadas para conducir a los trabajadores hacia conclusiones revolucionarias. Los socialistas revolucionarios no vacilan en advertirle a sus compañeros trabajadores que la presente crisis económica es la consecuencia inevitable del anárquico sistema capitalista de ganancias privadas y que el descenso a la abierta depresión es irreversible. La única solución consiste en arrebatarle los grandes poderes económicos de producción y los recursos naturales a los capitalistas, y redirigirlos de acuerdo a un plan económico destinado a satisfacer las necesidades de las grandes masas de gente y no de las ganancias de unos pocos. Además, explicamos que los capitalistas no permitirán que este proceso sea pacifico; tienen a su disposición las cortes, los policías y los soldados para defender sus propiedades y intereses. Será necesaria la toma revolucionaria del poder estatal por la clase trabajadora y sus aliados para hacer posible la transición económica.
Tales tareas históricas no se pueden llevar acabo de un día para otro o espontáneamente. Para lograr estas metas va a requerir de una larga lucha y también va a requerir de la dirección del estrato de vanguardia más conciente de clase de la clase trabajadora, organizado en su propio partido revolucionario. Nosotros en la League for the Revolutionary Party estamos comprometidos con la construcción de ese partido como herramienta necesaria para la revolución socialista. Alentamos a trabajadores y jóvenes que deseen luchar contra los ataques capitalistas y construir el partido que conduzca el derrocamiento revolucionario del sistema a unirse a nosotros.