Volante distribuido por la LRP en el Foro de Izquierda en Nueva York (7-9 de junio 2013)
La página cibernética del Foro de Izquierdas ensalza a su orador invitado en el pleno del domingo como:
“Álvaro García Linera es uno de los intelectuales marxistas principales de América Latina. Su vida esta marcada por un profundo compromiso con las luchas de los pueblos indígenas y la clase trabajadora de Bolivia.”
Esto es retórica de relaciones publicas que ningún luchador afavor de la justicia social debe aceptar. El Vice-Presidente García Linera es segundo en mando al Presidente Evo Morales en el partido en el poder (MAS – Movimiento al Socialismo). Este es un gobierno capitalista que ha venido reprimiendo violentamente a los movimientos de masa de los mismos “pueblos indígenas y la clase trabajadora” de Bolivia. El gobierno boliviano también participa en la fuerza de “estabilización” en Haití, imponiendo la superexplotación del imperialismo de EE.UU. en ese país, también.
La Liga por el Partido Revolucionario (LRP – League for the Revolutionary Party) ha producido esta corta declaración para la distribución en el Foro de Izquierda con la esperanza que causara a los asistentes mirar mas allá del imagen de superficie presentado por García Linera y sus admiradores y ver la realidad de las luchas de los trabajadores y los movimientos sociales que han estado bajo intensificado ataque. Estamos esperanzados que alentara a mas personas a actuar en solidaridad con las masas de Bolivia que han sido superexplotadas y oprimidas durante tanto tiempo. Y estamos esperanzados que mas personas consideren nuestra visión que ninguna clase de estado capitalista, por mas “progresista” sean sus pretensiones, es capaz de alcanzar las necesidades de los trabajadores y oprimidos, incluyendo la necesidad de vivir en un mundo seguro de desastres ambientales. Las revoluciones obreras que derrocan al capitalismo son la única vía a un mundo de paz y libertad, y para que sean exitosas, es necesario una dirección de partido de vanguardia revolucionario que este preparado de pararse al lado de las masas cuando figuras como García Linera se plantan contra ellas.
Una lucha de clase de mayor importancia se dio en Bolivia este pasado mes de mayo cuando una huelga fue convocada por la federación sindical más amplia del país (la central Obrera Boliviana – COB). Los mineros del pueblo de Huanuni fueron la fuerza protagonista de una huelga nacional indefinida acerca de las pensiones insuficientes ofrecidas a los trabajadores. El sistema de pensiones de Bolivia es un ejemplo de cómo el gobierno del país protege los intereses capitalistas a expensas de los trabajadores – a los patronos se les requiere que cubran solo el 3% del costo de pensiones, y el resto proviene de los jornales de los mismos trabajadores.
El asunto de las pensiones impulso a otros trabajadores de bajos ingresos a unirse a la huelga, particularmente a los trabajadores fabriles, docentes y trabajadores de la salud. Los huelguistas y sus simpatizantes cortaron masivamente las vías y movilizaron gente a marchas y encuentros en lugares claves a través del país. Sin embargo, la respuesta del “progresista” Presidente Evo Morales y el Vicepresidente García fue la descarada mentira que la demanda era solo para satisfacer a una pequeña conspiración de “rapaces” mineros y que era totalmente prohibitivo.[1]
Sobre 400 manifestantes fueron arrestados a través del país durante las dos semanas que duro la huelga.
En un caso espantoso de brutalidad policíaca, la policía disparo contra trabajadores fabriles que cortaban una vía en Parotani. Cinco trabajadores fueron heridos seriamente – Benedicto Aguilar, Edgar Choque Tupa, Raúl Ergueta, Rubén Salazar y Limbert Sarijama.
El gobierno calumnio a los huelguistas, afirmando que ellos y sus simpatizantes estaban llevando acabo un golpe de estado derechista, y no una huelga genuina. Morales dijo: “Durante siete años como presidente hemos derrotado cuatro intentos de golpes de estado; sobre todo esta movilización de la COB demuestra que es una conspiración derechista. Sin embargo, estamos convencidos que estamos derrotando otro golpe de estado.” Esto es una repugnancia, la amalgama de los trabajadores superexplotados con golpes de estado departe de oposicionistas derechistas pro-imperialistas, racistas y antiobreros.
Las protestas contra las prácticas represivas y violentas del gobierno de Bolivia hacia su pueblo no se limitan a las de los socialistas revolucionarios. En los periódicos y revistas bolivianas no ha habido escasez de artículos y editoriales de comentaristas liberales y radicales lamentando el comportamiento del gobierno, reflejando sin duda un sentimiento compartido por mucha gente a través del país.[2]
El gobierno boliviano todavía aparenta disfrutar del apoyo de las mayorías entre el electorado. Pero los niveles de apoyo descienden dramáticamente, dado el caso que todas las promesas principales del equipo MAS Morales-García no han sido cumplidas. La primera promesa fue que el sector altamente rentable de hidrocarburos (crudo y gas) seria nacionalizado. Sin embargo, las nacionalizaciones fueron solamente simbólicas, ya que cuatro empresas transnacionales – Petrobras (de Brasil), Total (de Francia), Repsol (de España) y BP (del Reino Unido) – controlan el 80% de la producción. La gran redistribución de las riquezas que se prometió como resultado de ingresos dramáticamente mayores del gobierno no se ha dado, aunque ha habido algunas mejorías.[3] La federación sindical mayor, la COB, y las organizaciones mayores indígenas de las alturas y las tierras bajas, CONAMAQ y CIDOB, ya le han retirado el apoyo al gobierno y han roto con el MAS.[4] La gente representada por estos grupos han sufrido durante años de agrias luchas contra el régimen y se oponen al gobierno desde la izquierda.
El revuelo mayor de la sociedad boliviana durante estos últimos años ha sido el gran enfrentamiento entre el gobierno y la lucha indígena en el oriente del país. En el año 2011, el gobierno anuncio un rimbombante proyecto para construir una carretera a través del TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional Isoboro Secure), una inmensa reserva natural que además y no por pura casualidad es el hogar de tres distintas minorías indígenas. Viven en esta área los pueblos Tsimané, Yuracaré, y Mojeño-Trinitario. La protección del TIPNIS había sido garantizada constitucionalmente debido a su importantísimo valor ecológico y debido a que había sido demarcado como área de vivienda autónoma para estos pueblos que han sufrido históricamente una gran opresión.
Mucha gente ya habían entendido que el proceso de la Asamblea Constituyente del 2008 había traicionado la causa de la liberación indígena: particularmente, por defender el mantenimiento de los grandes feudos, dejando muy poca tierra disponible para distribución entre los empobrecidos campesinos y alentando la lucha por la tierra entre diferentes grupos. Pero el movimiento en defensa del TIPNIS puso de relieve sobre el tapete nacional e internacional el desdén por los pueblos indígenas que tanto alardeaba en representar.
Esta lucha ha pasado por muchas fases. Un punto de inflexión dramático ocurrió el 25 de septiembre del 2011 cuando la policía ataco violentamente a manifestantes indígenas que acampaban en plena marcha de masas de 60 días desde las zonas orientales a la capital, La Paz. En esa fecha, 500 policías irrumpieron sobre su campamento y arrestaron a sobre 700 manifestantes, muchos de los cuales fueron amarrados y golpeados fuertemente. Por lo menos un menor fue asesinado. Para justificar el trato dado a los manifestantes indígenas como enemigos del estado, el gobierno afirmo que la protesta TIPNIS era parte de un golpe en proceso, una acusación calumniosa que hemos visto repetirse contra la COB durante la reciente huelga por las pensiones. En ambos casos, por cierto, el gobierno no produjo pruebas contundentes al efecto de que se producía el dichoso golpe. En el caso de la lucha del TIPNIS, Morales también provoco la ira de las organizaciones de derechos de las mujeres con su infame llamado en el cual le sugería fuertemente a los jóvenes de la ruralia “a ir al encuentro y seducción de las mujeres Yuracaré” con el propósito de obtener por esos medios machistas su apoyo al proyecto de la carretera. (Fue obligado a retractarse por el gran revuelo que provoco su comentario).[5] La brutal violencia y las escenas de humillación del pueblo provoco amplia simpatía afavor del movimiento TIPNIS a través de Bolivia e internacionalmente. García Linera testifico en la corte que él y Morales no estaban enterrados de la violencia. Pero exministros gubernamentales han declarado convincentemente que la policía solo seguía órdenes del gobierno y que García Linera mentía descaradamente.[6] De hecho, el gobierno indico en el 2012 que se iba a dedicar a erradicar la “pobreza extrema” entre los pueblos indígenas en las áreas del Tipnis durante por lo menos tres años y alegadamente iba a posponer el asunto de la carretera hasta alcanzar esa meta. Pero solamente el otro día, el 5 de junio pasado, ¡García Linera anuncio que el gobierno otra vez impulsaba el proyecto de la carretera a través del Tipnis! La CIDOB, la organización mayor en representación de la población indígena de las bajuras orientales, rápidamente convoco una gran reunión para fines de junio con el propósito de discutir las acciones a tomar. La COB ya estaba planificando una gran conferencia a finales de junio para discutir el lanzamiento de un partido obrero basado en las uniones sindicales para correr contra el gobernante MAS en las elecciones del 2014. La COB llevo acabo huelgas de simpatía durante la lucha de TIPNIS y se puede asegurar que la posibilidad de una lucha conjunta de los trabajadores y pueblos indígenas es probablemente el peor temor del gobierno.
Desde que el gobierno de EE.UU. expulso de Haití al ex-presidente populista Jean-Bertrand Arístides en el 2004, el país ha sido patrullado por una fuerza militar de las Naciones Unidas que leva acabo una alegada “Misión Estabilizadora” denominada MINUSTAH y adiestra a la Policía Nacional Haitiana (PNH). Organizaciones de derechos humanos independientes han acusado a la MINUSTAH y a la PNH de cometer varias atrocidades contra los civiles.
La más notoria ha sido un ataque militar devastador de la fuerza ONU contra el vecindario pobre de Cité Soleil de la ciudad capitalina de Port-au-Prince en el 2005. Este ataque consistió de cientos de tropas, carros de transporte artillados, helicópteros, granadas, gas lacrimógeno, armas automáticas pesadas contra un área de densidad poblacional, con el resultado predecible de decenas de muertos.
El gobierno boliviano contribuye tropas nacionales al MINUSTAH cuya verdadera misión consiste en hacer cumplir programa económico neo-liberal apoyado por los EE.UU. que debilita mas aun las escasas protecciones sociales ofrecidas por el gobierno haitiano. Al suprimir a los trabajadores que se organizan y al hacer valer los jornales mas bajos del hemisferio, la MINUSTAH y la policía llevan acabo el trabajo sucio que prefieren los especuladores imperialistas no hacer con sus propias fuerzas armadas.
Los marxistas genuinos están comprometidos con las causas y luchas de la clase trabajadora y los oprimidos de todas partes. Eso significa combatir en todas partes y siempre contra los ataques de los capitalistas y sus políticos. Por lo contrario, Álvaro García Linera es famoso por su insistencia de que Bolivia necesita atravesar un periodo de por lo menos 50 a 100 años de desarrollo capitalista antes de que se pueda contemplar un proyecto socialista.[7]
Estamos esperanzados en alentar a todos que estén genuinamente interesados en la causa de la clase trabajadora y los oprimidos hacer su propia investigación sobre la naturaleza de los conflictos de clase que han ocurrido. Estaríamos más que contentos en referirlos a otros recursos además de nuestros propios artículos, algunos de los cuales mencionamos abajo.
1. Para un recuento mas completo de las luchas corrientes, vea el LRP Bulletin, Summer 2013. Para trasfondo sobre Bolivia, vea “La inconclusa revolución boliviana,” y “Bolivia: Expectativas revolucionarias y amenazas reaccionarias.”
2. Los lectores en castellano pueden ver, por ejemplo, “Los mineros de Huanuni rebaten todas las mentiras del gobierno” o Arturo D. Villanueva, “Insurgencia en tregua: La reemergencia de la COB,” 3 de junio 2013.
3. Una discusión útil de la política de hidrocarburos (y el gobierno del MAS en general) puede encontrarse en el libro de Jeffrey Webber, From Reform to Rebellion in Bolivia in Bolivia (Haymarket, 2011). Lectores podrán apreciar en castellano a Pablo Mamani Ramírez, “El Estado del 52 y el neoMNRismo del MAS,” 3 de junio 2013.
4. Declaraciones en apoyo de la huelga de la COB y de oposición a la política del gobierno de dividir y conquistar durante la huelga fueron emitidas por las organizaciones indígenas de la altura y la bajura, CONAMAQ y CIDOB, respectivamente. Se podrán encontrar los comentarios en el articulo “Indigenas: Evo Llama a Confrontar a la Poblacion”
5. Emily Achtenberg, “Bolivia: TIPNIS Marchers Face Accusations and Negotiations,” 26 de agosto 2011
6. “Turning Point for Morales: Bolivian Police Repress and Detain Indigenous Marchers”
7. Sarah Hines, “An indigenous struggle against Morales,” 29 de agosto 2011